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Corea del Norte celebró el jueves en Pyongyang un enorme desfile militar que incluyó misiles balísticos intercontinentales, en la víspera de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, en Corea del Sur.
Kim Jong Un, vestido con un abrigo largo negro de invierno, apareció recorriendo una alfombra roja con su esposa al principio del acto, que la televisora estatal norcoreana emitió horas después de que terminase.
La conmemoración comenzó con miles de soldados alineados en la Plaza Kim Il Sung para formar palabras y eslóganes. Más tarde, el Norte desplegó sus armas estratégicas más potentes, incluyendo lo que parecieron ser misiles balísticos intercontinentales Hwasong-14 y Hwasong-15 montados sobre camiones lanzadores. Los analistas creen que los misiles, que fueron probados con éxito en tres ocasiones el año pasado, podrían alcanzar territorio continental estadounidense cuando estén perfeccionados.
En teoría todos los medios extranjeros quedaron excluidos del evento. En un discurso televisado, Kim dijo que el acto conmemora la conversión de Corea del Norte en una "potencia militar global" a pesar de enfrentar las "peores sanciones".
El mandatario pidió a su ejército que mantenga su disposición para combatir contra Estados Unidos y sus “seguidores” para que “las fuerzas invasoras no puedan infringir o acosar la dignidad sagrada y la autonomía de la república ni 0,001 milímetros”.
“Mientras el imperialismo persista sobre la faz de la Tierra y siga la política hostil de Estados Unidos hacia Corea del Norte, la misión de nuestro ejército, que es proteger a nuestro país y a nuestro pueblo y asegurar la paz, no podrá cambiar nunca”, añadió. Kim estuvo acompañado en las gradas por varios altos cargos del país, incluyendo el jefe del parlamento de Corea del Norte, Kim Yong Nam, que presidirá la delegación de alto nivel que viajará a Corea del Sur el viernes para asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno. En ese grupo estará también la hermana del mandatario, Kim Yo Jong.
En las partes de su discurso emitidas por los medios estatales, Kim Jong Un no se pronunció sobre la vita olímpica. La cobertura del acto parecía muy editada.
Pyongyang dijo que el desfile conmemoraría el 70mo aniversario de la fundación de su ejército. El 8 de febrero se consideraba un feriado menor, pero recuperó notoriedad en 2015 y ganó protagonismo este año, en parte por tratarse de una cifra redonda.
El acto sacó a las calles también tanques, vehículos blindados, aviones que sobrevolaron la plaza en formación para crear un "70″ y a miles de personas vestidas de rojo, blanco y amarillo que crearon las palabras (en coreano) "Kim Jong Un" y el símbolo del Partido del Trabajo: una hoz, un martillo y un pincel. Entre las armas parecía haber también un misil de rango intermedio Hwasong-12, que cruzó Japón en dos ocasiones el año pasado.
La celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en el Sur podría haber sido también un factor importante.
Kim Jong Un ha logrado asegurarse de que su país recibirá atención durante la cita olímpica. Tras una propuesta de última hora durante el discurso de Año Nuevo de Kim, Corea del Norte envió a 22 deportistas a la competición y a una delegación de más de 400 músicos, cantantes, artistas de artes marciales y animadores.
Kim también envió a su hermana pequeña, Kim Yo Jong, a la ceremonia inaugural. Esta medida es en sí un importante avance ya que se trata de una de sus confidentes más cercanos, tiene un puesto de responsabilidad en el partido y su viaje será el primero de un miembro de la familia gobernante al Sur desde la Guerra de Corea en la década de 1950. Se reunirá con el presidente del país vecino, Moon Jae-in, en una comida, según anunció el vocero de Moon el jueves.
Más de 10.000 soldados habían estado ensayando para el desfile con anterioridad. Los residentes practicaron en plazas por toda la capital norcoreana con ramos de flores de plástico que iban a utilizarse para mostrar mensajes durante el desfile.
2018-02-08