Redacción 2001.com.ve
Corea del Norte amenazó con emprender más acciones bélicas y dio un ultimátum a Corea del Sur, tras un reciente intercambio de artillería entre ambos países, mientras Seúl elevó la alerta al máximo y prometió responder con dureza en caso de nuevos ataques.
En esta ocasión las tensiones se originaron por la emisión de mensajes contra Pyongyang a través de altavoces instalados por el Sur en la frontera.
Corea del Norte reiteró hoy su amenaza de llevar a cabo nuevas acciones militares si el Sur no retira los altavoces antes de las 17.00 del sábado hora local (08.00 GMT).
El líder norcoreano, Kim Jong-un, convocó una reunión de emergencia de la comisión militar central del Partido de los Trabajadores, en la que ordenó a sus tropas de primera línea fronteriza que se preparen para el combate, según informó la agencia KCNA.
Las órdenes de Kim, que declaró un "cuasi estado de guerra" con Corea del Sur, reflejan la elevada tensión que se ha generado entre las dos Coreas tras desatarse el jueves el incidente más grave desde el bombardeo norcoreano de la isla fronteriza de Yeonpyeong en 2010.
Sin embargo, el Corea del Sur se mantiene firme y un portavoz del ministerio de Defensa afirmó que "los altavoces van a seguir funcionando, no vamos a ceder a las amenazas de Corea del Norte.
Ambas Coreas intercambiaron disparos de artillería, a los que han seguido fuertes amenazas que han despertado los temores a una escalada del conflicto.
El norcoreano Kim Yong Chol, director de la Oficina de Reconocimiento General del ejército de Pyongyang, dijo que todas las unidades de primera línea están preparadas para entrar en combate y que los ciudadanos están en un "cuasi-estado de guerra." El Norte ha dado al Sur hasta las 17.00 pm del sábado (hora de Corea del Norte) para detener las emisiones y retirar los altavoces bajo la amenaza de sufrir lo que apuntan serán graves consecuencias militares.
Algunos expertos en Corea del Sur creen que, en todo caso, lo más probable es que no haya nuevos ataques norcoreanos en los próximos días.
Aunque Seúl no cumpla con su exigencia, para Pyongyang "no es un buen momento para atacar, ya que Corea del Sur y EE.UU. realizan en este momento maniobras conjuntas y pueden dar una buena respuesta a cualquier provocación", indicó a Efe el investigador Lee Dae-woo, del Instituto Sejong.
El Ejército de Corea del Sur ya adelantó hoy que responderá "con fuerza" a cualquier tipo de ataque norcoreano y advirtió a Corea del Norte de que "asumirá toda la responsabilidad" derivada de una nueva agresión al Sur, según declaró la fuente de Defensa de Seúl.
En Washington el nuevo conflicto entre las dos Coreas ha sido recibido con preocupación.
"La seguridad de nuestro personal y sus familias es primordial y tomaremos medidas prudentes para asegurar su bienestar", declaró a Efe tras los hechos el comandante Bill Urban, uno de los portavoces del Pentágono, que reafirmó el fuerte compromiso que mantiene EE.UU. con la defensa de Corea del Sur.
En el caso de China, aliado histórico de Corea del Norte aunque con fuertes lazos diplomáticos y económicos con el Sur, ofreció un mensaje de contención tal y como suele hacer cuando se dan conflictos entre las dos Coreas.
El embajador chino en Seúl, Qiu Guohong, instó a los dos países vecinos a actuar con moderación y resolver el problema a través del diálogo, tratando de evitar la confrontación.
Rusia, por su parte, envió un mensaje similar, mientras Japón se puso del lado de Corea del Sur e instó al Norte a abstenerse de realizar "actos de provocación", según expresó hoy un portavoz del Gobierno.
Corea del Norte y Corea del Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la guerra de 1950-53, que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.
Con información de EFE
21-08-2015