Costa Rica pondrá en vigencia el Tratado de Comercio de Armas de la ONU de manera unilateral, según informó hoy la presidenta Laura Chinchilla.
Chinchilla aseguró que la decisión ya fue comunicada a la comunidad internacional, durante una de las actividades que se llevó a cabo durante su visita a la ONU y que esto tiene un gran significado ya que Costa Rica es uno de los principales promotores del tratado.
La presidenta confirmó en conferencia de prensa que ya giró instrucciones para implementar el tratado "a la brevedad posible" para cumplir con el conjunto de obligaciones que establece.
El convenio contempla procedimientos y estructuras necesarias para desarrollar registros sobre el transito en el territorio de armas de fuego, de municiones y de sus componentes y le permitiría al país llevar un sistema nacional que controle y regule todo el comercio de armas convencionales.
Chinchilla explicó que la implementación del tratado implica que la legislación interna de Costa Rica, así como todos los sistemas de administración, deberán ser reforzados para evitar que se produzcan transferencias de armas, municiones y componentes.
El objetivo, según dijo, es evitar "que puedan terminar en manos de personas que cometen abusos en temas de derechos humanos o violaciones al derecho humanitario internacional".
"Fijamos un claro ejemplo frente a muchas naciones (…) de que es necesario que emulen nuestro ejemplo y empiecen a garantizar la aplicación de ese tratado", añadió.
La Asamblea General de la ONU aprobó por mayoría el nuevo tratado el pasado 2 de abril en una histórica votación por 154 votos a favor, tres en contra y 23 abstenciones, después de que tres países (Siria, Corea del Norte e Irán) bloquearan la posibilidad de que el convenio fuera adoptado por consenso.
En junio 67 países firmaron el tratado, que se espera entre en vigor a nivel mundial dentro de dos años.
Costa Rica aprobó el acuerdo el pasado 4 de septiembre con un voto unánime en la Asamblea Legislativa.
El instrumento busca promover la paz y la seguridad a través del freno a los flujos de armas a zonas de conflicto, favoreciendo de paso el respeto a los derechos humanos. /EFE