Génesis Bastidas
Luego de las medidas impuestas por varios países de prohibir o limitar el ingreso de vuelos provenientes de varias ciudades del mundo para evitar nuevos contagios del Covid-19, muchos venezolanos se quedaron varados en Estados Unidos.
La pandemia frenó los vuelos en los que los criollos se dirigirían a países como Panamá, Aruba y República Dominicana para poder retornar a Venezuela en días pasados o en los próximos 45 días en los que todo parece incierto con un virus que ha cobrado la vida de más de 21 mil personas en el ámbito mundial.
Vicente Pérez Carreño, abogado en Venezuela y en EEUU asesor legal intencional dedicado al área de inmigración, dijo que el Gobierno estadounidense ha permitido que los venezolanos y demás extranjeros que se quedaron “atrapados” en ese país por el nuevo Coronavirus, tengan la oportunidad de realizar una solicitud de extensión de estadía.
Se quedan varados aquí. Hay personas que entraron con visados de turistas a los que le daban seis meses de estadía, el Gobierno de EEUU a través del Sistema de Inmigración estadounidense han instruido la posibilidad de que estas personas con visa tengan la posibilidad de solicitar una extensión de estadía de seis meses que por ley puede ser hasta por 180 días, pero hay que justificar la razón por la que cual realiza la solicitud”, explicó.
Asimismo, subrayó que para que pueda ser aprobada esa opción se debe justificar que no se trata de un
proceso a conveniencia del solicitante sino que verdaderamente existe una razón de peso que le impide
salir del territorio estadounidense y regresar a su país de origen. En esta coyuntura puede ayudar un comunicado oficial de prohibición de vuelos al país al que se dirigía, de manera de evidenciar que no puede retornar por razones ajenas a su voluntad.
“Una vez que se solicita la extensión el proceso dura de tres hasta seis meses o un poco más para obtener respuesta. Lo que dice la Ley es que las personas que aplican a la extensión están protegidas de no quedar sin documentos o como se conoce como “ilegales”, asesor de inmigración.
En esa situación se encuentra Ardenis Medina, quien tiene todavía algunos meses de estadía que no se le han vencido pero el Sistema de Inmigración estadounidense le envió un comunicado planteándole la
alternativa de aplicar a una extensión de su estancia debido a que el proceso tarda.
“Me encuentro en un proceso de extensión de visa por si la situación del Coronavirus continúa para cuando corresponda la fecha de irme, no tenga que quedar ilegal en este país. Yo apliqué, me dieron un certificado de que estoy en proceso y me dan una respuesta pero eso se tarda. Me han dicho que se tarda muchísimo pero tengo que esperar a ver qué sucede”, dijo la venezolana.
Medina tiene boleto de retorno con una escala en Panamá porque no existen vuelos directos hasta
Venezuela por las sanciones impuestas al Gobierno de Nicolás Maduro por parte de la administración de
EEUU. Pero si Panamá para ese momento todavía no permite el ingreso de extranjeros para prevenir el
Covid-19, ella estaría varada en EEUU como le está corriendo a una cantidad de connacionales que tenían pronta fecha de viaje.
Aunque ella se encuentra con familiares y amigos, existen venezolanos que se encuentran a la intemperie y en una situación poco favorable porque no tenían previsto quedarse más tiempo y no cuentan con familiares ni amigos que puedan apoyarles con la estadía y alimentación en este momento mientras pasa la cuarentena y los países reabren el ingreso de vuelos.
Agonía en fronteras terrestres
Las historias de quienes van y vienen por vía terrestre son duras, pero el efecto del Covid-19 ha agudizado la agonía de los criollos que se encuentran en algún lugar de los caminos de la región tratando de resguardarse de la pandemia, esperando poder avanzar antes de que sus ahorros se agoten y sin ser víctimas de la delincuencia.
Ileanye José González Cabello, tiene 37 años, es comunicadora social y abogada, se encontraba en Perú desde hace un año y tres meses pero decidió volver a Venezuela para ver su hija y madre pero el camino se volvió una odisea debido al Coronavirus que todavía no cesado. Salió de Lima el 15 de marzo, en el terminal le aseguraron que la vía estaba normal pero pasó las de Caín para poder llegar hasta Tulcán, la frontera Colombia.
En la frontera de Colombia ella y su compañera de viaje durante tres días conocieron el horror que pasanlos caminantes venezolanos. “Es doloroso ver cómo los policías colombianos se reían de nuestra situación, de verlos pedirles que nos dejaran pasar para salir, de verlos ignorar a tantos niños sufriendo de hambre, sed y de dormir a la intemperie, en el piso. Nosotras colocamos una cobija grande de mi amiga, unos paños y nos arropamos con mi cobija, mucha gente no tenía nada y dormían sentados o en el piso pelado”, relató la mujer.
Durante esos días en la frontera fueron estafadas por trocheros venezolanos no las ayudaron a cruzar y luego se tuvieron que arriesgar con otros que si las pasaron Colombia. Sin embargo, la agonía continuó porque para llegar a Bogotá transcurrieron días sin comer bien, sin dinero suficiente, sin lugares para dormir seguras y siendo víctimas de estafadores.
Actualmente González y su amiga se encuentran en Bogotá en una residencia con unos amigos. Aunque su compañera se quedará en la ciudad colombiana, ella solo quiere que reabran la frontera para continuar su camino a Venezuela para abrazar a su hija.
2020-03-31
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