El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, acusó hoy a las dos partes del conflicto sirio de violar "sistemática y repetidamente" las reglas del derecho internacional humanitario.
"Todas las partes del conflicto sirio violan de manera sistemática la reglas fundamentales del derecho internacional humanitario", dijo hoy Maurer en una rueda de prensa celebrada en Argel.
No obstante, el presidente del CICR puntualizó que las fuerzas rebeldes y gubernamentales no "violan de la misma manera, ni las mismas reglas".
El responsable suizo puso como ejemplo la "militarización de los hospitales y de los centros médicos". Una actitud que, según Maurer, convierte estos lugares en objetivos militares de la otra parte.
Asimismo, alertó de que la extensión del conflicto hace cada vez más difícil la aportación de ayuda humanitaria a la población civil.
"El conflicto estaba localizado en ciertas regiones y ciudades, pero hoy no hay una región que esté realmente libre de los combates", agregó Maurer, antes de subrayar que el "número de víctimas aumenta de manera exponencial".
El máximo responsable del CICR, que accedió al cargo en julio de 2012, indicó que en Mali, a pesar de que la situación en los centros urbanos del norte del país es de "relativa calma, la situación no está asegurada en las regiones más rurales", en las que Cruz Roja intenta atender a la población.
Asimismo, declaró que a pesar de la intervención del ejército francés en enero de este año, que permitió al Gobierno maliense recuperar el norte del país, que se encontraba desde el verano pasado en manos de radicales islámicos, la población desplazada y refugiada no ha comenzado a regresar a sus casas.
"El CICR no ha constatado un regreso masivo hacia el norte" ni de desplazados que se encuentran en el sur del país, ni de los refugiados que huyeron a los países vecinos
Alrededor de 170.000 personas viven refugiadas en los países vecinos y otras 260.000 en distintas regiones de Mali, mientras el agravamiento de la situación alimentaria amenaza a un cada vez mayor número de personas, especialmente en el norte. /EFE