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La cúpula militar egipcia autorizó hoy una eventual candidatura a presidente del jefe del Ejército y ministro de Defensa, Abdel Fattah al Sisi, artífice del golpe de Estado que derrocó al islamista Mohamed Mursi y hombre fuerte de Egipto, informó hoy la agencia de noticias oficial MENA.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas mostró también así su apoyo a la salida de Al Sisi del Ejército que se hará necesaria si el actual ministro de Defensa presenta oficialmente su candidatura.
Poco antes del anuncio de la cúpula militar, el presidente interino, Adli Mansur, promovió a Al Sisi al rango de mariscal de campo, el más alto en las Fuerzas Armadas, lo que los analistas consideraron un último honor en el campo militar antes de pasar a una carrera política civil.
Por otra parte, el viceprimer ministro egipcio, Ziad Bahaa Eddin, anunció hoy su dimisión del Ejecutivo interino para "retormar su actividad política, de partido y legal fuera del gobierno".
Bahaa Eddin, hasta ahora también ministro de Cooperación Internacional, afirmó en un comunicado que tomó su decisión tras la reciente aprobación de la Constitución, apuntando al final de "una fase clave de la hoja de ruta, donde fue importante preservar la unidad".
La dimisión está fechada el 23 de enero.
Al Sisi todavía no se postuló como candidato, pero a principios de mes afirmó: "Si me presento, será tras las demandas del pueblo y el mandato del Ejército".
Decenas de miles de personas se reunieron en el centro de El Cairo el fin de semana en el tercer aniversario de la revuelta de 2011 que derrocó al presidente Mubarak, presionando a Al Sisi para que se candidatee a la presidencia.
En Egipto tendrán que celebrarse elecciones presidenciales en los próximos 90 días, aunque todavía no se estableció una fecha para ello.
Desde el derrocamiento de Mursi, Al Sisi es el verdadero hombre fuerte de Egipto. De acuerdo con la Constitución, no pueden postularse a la presidencia miembros de las fuerzas militares o policiales. Se cree que Al Sisi también abandonará pronto su puesto de ministro de Defensa en el gobierno de transición para poder presentar su candidatura.
Desde la caída de Mursi, Al Sisi es glorificado como una figura de culto, en parte por cierta arrogancia e ineficiencia atribuida al gobierno de Mursi y también gracias a los medios masivos del país, que lo ensalzan y le evitan toda crítica.
Los egipcios aprobaron a mediados de mes una nueva Constitución que allana el camino para las nuevas elecciones. El presidente Mansur decidió el domingo que las presidenciales se realicen antes de las parlamentarias.
Si Al Sisi se presenta finalmente como candidato, se espera que arrase en las elecciones. Por ahora, no forma parte de ningún partido. Cuenta con el apoyo de partidos nacionalistas, de izquierdas y liberales, los medios y las empresas que crecieron en tiempos de Mubarak, derrocado en 2011.
La principal fuerza de oposición, los islamistas, fueron desplazados a la ilegalidad. Los Hermanos Musulmanes fueron declarados una asociación terrorista por el gobierno de transición. Sus líderes y miles de sus militantes se encuentran en prisión. Sus protestas son duramente reprimidas, muchas veces dejando muertos.