Bill de Blasio juró hoy como nuevo alcalde de la ciudad de Nueva York prometiendo poner en marcha las reformas progresistas que lanzó en su campaña, en busca de una ciudad con más igualdad económica y social.
"Los grandes sueños no son un lujo reservado para unos pocos privilegiados", afirmó De Blasio en su discurso, en el que subrayó que "estamos llamados a poner fin a las desigualdades sociales y económicas que amenazan con deshacer a la ciudad que amamos".
El nuevo alcalde inscribió su programa de gobierno en las medidas innovadoras lanzadas en el siglo XX por otros alcaldes o gobernadores neoyorquinos, como Al Smith o Franklin D. Roosevelt, y afirmó que "la justicia económica y social empieza aquí y ahora".
De Blasio realizó el juramento ante el expresidente Bill Clinton, quien sostenía una biblia empleada por el propio Roosevelt, otro famoso exmandatario del país.
El alcalde recordó su propuesta de aumentar "ligeramente" los impuestos a los más ricos para financiar la educación preescolar para todos los niños de cuatro años y los programas de tarde en las escuelas medias.
En este sentido, De Blasio apeló a la solidaridad de los más favorecidos y señaló que el aumento medio sería de 973 dólares anuales, lo que supone el equivalente a menos de un café diario en los establecimientos de la cadena Starbucks.
Además, el alcalde recalcó su objetivo de asociar al Ayuntamiento con los grandes promotores para construir hasta 200.000 viviendas de precio accesible en los próximos cuatro años.
El éxito de las medidas que implante De Blasio en la ciudad esta la alcaldía de Nueva York va a ser seguido en todo Estados Unidos, , donde la política progresista ha tenido tradicionalmente muchos problemas para ser aceptada, en un país muy individualista.
La politóloga Jeanne Zaino, de New York University, anticipó a Efe que al alcalde le será "difícil" cumplir todas sus promesas, que han sido "muy ambiciosas", incluso si ha nombrado a un equipo de gobierno "fuerte" con altos cargos de amplia experiencia administrativa.
Clinton, en cuya administración trabajó el ahora alcalde, quien también dirigió la campaña de Hillary Clinton al Senado por Nueva York en el año 2000, destacó que "el problema de la desigualdad afecta a todo el país".
También destacó su "firme" apoyo al programa del alcalde a favor de "una ciudad con oportunidades y prosperidad compartidas", por lo que se mostró a favor de "compartir el futuro de forma positiva".
En una ciudad donde la convivencia racial no ha sido históricamente fácil, el alcalde abre también una nueva era por su familia, ya que su esposa, Chirlane McCray, es afroamericana, y cuyos hijos, Chiara y Dante, son birraciales,
De Blasio "representa con su familia el futuro de nuestra ciudad y de nuestro país. Son una auténtica familia moderna", afirmó Clinton.
El senador por Nueva York Charles Schumer, se mostró "optimista" sobre el éxito del nuevo alcalde, y recalcó que Nueva York ha ganado 1,5 millones de habitantes en las últimas décadas. "La gente viene a esta ciudad, no se va, cómo en otras ciudades", afirmó el canal local de televisión NY1.
También juraron hoy sus cargos el fiscal de cuentas de la ciudad, Scott Stringer, y la defensora del pueblo, Letitia James, la primera mujer de raza negra en llegar al puesto. Ambos señalaron también su objetivo de trabajar con el alcalde para reducir las desigualdades, en una ciudad donde casi la mitad de sus 8,3 millones de habitantes están bajo el umbral de pobreza o apenas por encima.
La ceremonia tuvo lugar en las escaleras del Ayuntamiento, en una mañana con temperaturas bajo cero, y tuvo un destacable componente hispano, ya que De Blasio comenzó su discurso con unas breves palabras en español, en las que agradeció "a mis hermanos neoyorquinos por acompañarnos en este día".
Clinton fue presentado por una joven estudiante universitaria de El Bronx nacida en República Dominicana, Lissette Ortiz, quien intervino en español e inglés, y proclamó: "soy neoyorquina y tengo mucho orgullo de esta ciudad", donde las oportunidades son "ilimitadas".
Además, el evento comenzó con la interpretación del himno nacional a cargo del coro de la escuela superior de música Celia Cruz, situada en El Bronx y donde la gran mayoría de los estudiantes son latinos.
La ceremonia incluyó una representación de famosos que han apoyado a De Blasio, como el veterano cantante y activista Harry Belafonte o la actriz neoyorquina Cynthia Nixon. /EFE