2001.com.ve | EFE
Una delegación de Estados Unidos, en la que figura el congresista demócrata James McGovern, busca en Honduras y El Salvador apoyo legal y legislativo a favor de inmigrantes de los dos países centroamericanos, incluidos los amparados con el Estatus de Protección Temporal (TPS).
Los miembros de la delegación explicaron hoy en rueda de prensa en Tegucigalpa que su gira por Honduras y El Salvador es para conocer cómo los pueblos de los dos países están siendo impactados por la política migratoria del Gobierno de Estados Unidos que preside Donald Trump.
"Estamos aquí para conocer de primera mano cuál es la realidad que se vive en el país de Honduras. Cada día llegan a la frontera de Estados Unidos hondureños para buscar refugio y estamos tan horrorizados por estas políticas de Trump de separar a las familias en esta frontera", dijo el congresista McGovern, del estado de Massachusetts.
Agregó que el "otro problema que existe" es que "la Administración Trump quiere terminar con el TPS" y que a menos que el Congreso intervenga, habrá "más familias separadas, no solo en la frontera, sino también en otros estados como el de Massachusetts.
McGovern recordó que los inmigrantes hondureños favorecidos con el TPS, suspendido por Donaldo Trump en mayo, llevan 20 años bajo la protección de ese programa y que se han casado, en Estados Unidos, tienen su trabajo en ese país, son dueños de viviendas y ya hicieron su vida ahí.
Los inmigrantes hondureños "son miembros de nuestra comunidad que nosotros valoramos mucho, y además de eso también envían remesas a Honduras", subrayó el político estadounidense.
Indicó además que como sectores que abogan por los inmigrantes, lo menos que deberían hacer es "tratar de extender el TPS", aunque en lo que tienen que trabajar "es que estas personas puedan tener una ruta para llegar a una ciudadanía".
McGovern agradeció a los representantes de diversas organizaciones de derechos humanos con los que la delegación se reunió hoy en un hotel de Tegucigalpa, después de haber visitado las ciudades de San Pedro Sula y El Progreso, en el norte de Honduras.
También señaló que solicitaron una reunión con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, pero que no se pudo porque "él está ocupado".
De Honduras, el congresista dijo que "es un país hermoso, con gente increíble, pero es un país peligroso", y que si pudiera reunirse con el presidente le pediría "que tiene que luchar aún más por su pueblo, para que no tenga que buscar refugio en los Estados Unidos".
"Le pediría -a Hernández- que luche en contra de la violencia que está sufriendo el pueblo, en contra de la violencia que están sufriendo los niños, las mujeres, y también le pediría fervientemente que luche en contra de la corrupción, que se ha vuelto endémica en este país", recalcó.
El mensaje de McGovern a Donald Trump fue que si le preocupa que los inmigrantes de Centroamérica vengan a los Estados Unidos, entonces primero hay que abordar las situaciones internas dentro de los países centroamericanos.
Criterios similares expresaron el alcalde de Somerville, Massachusetts, Joseph Curtatone, quien además dijo que en su ciudad, que desde hace 30 años es "santuario", viven inmigrantes de Honduras y El Salvador que "han ayudado a construir mi propia comunidad (…) y a construir una economía local".
También señaló que "la corrupción, la violencia y la criminalidad" en Honduras "forzarían a cualquier persona en su sano juicio a salir de este país con su familia".
La delegación también la integran Patricia Montes, directora ejecutiva del Centro Presente; Iván Espinoza, director ejecutivo del Comité de Abogados por los Derechos Civiles y la Justicia Económica, de Boston; y Óscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas.
Al concluir su visita a Honduras la delegación viajará a El Salvador.
2018-08-14
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