Nuevas alertas se encienden en Brasil, tras los reportes de un devastador tornado que golpeó el sur del país, justo cuando culminaba una cumbre de líderes preparatoria para la COP30 (Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).
Según los reportes de EFE y medios locales, Rio Bonito do Iguaçu, en el estado de Paraná, fue el epicentro de un violento desastre natural que dejó un saldo trágico de víctimas y una ciudad en ruinas.
El desastre, originado por un ciclón extratropical, no solo trajo vientos destructivos sino también lluvias torrenciales que afectaron a estados vecinos.
Rio Bonito do Iguaçu, 80% destruida por la potencia del viento
La ciudad de Rio Bonito do Iguaçu, hogar de aproximadamente 14.000 habitantes, sufrió el golpe más severo.
Un tornado clasificado preliminarmente como EF3 (la clasificación final del Servicio Meteorológico de Paraná, Simepar, fue F2, con vientos entre 180 y 250 km/h), arrasó con el 80% de la infraestructura urbana.
El meteorólogo Samuel Braun, citado por 'G1', explicó que la clasificación de EF3 se basó inicialmente en las imágenes de la destrucción y los datos de radar.
Los equipos de rescate describieron el panorama como una "zona de guerra", con casas colapsadas, postes eléctricos derribados y árboles arrancados de raíz.
Seis víctimas mortales y cientos de heridos
El saldo inicial del desastre es de al menos seis personas fallecidas y más de 430 heridos.
Cinco de las víctimas mortales se registraron en Rio Bonito do Iguaçu y una en la vecina Guarapuava. Entre los fallecidos se encuentran personas de diversas edades, desde una joven de 14 años hasta un hombre de 83.
La Defensa Civil de Paraná indicó que más de mil habitantes de la ciudad más afectada tuvieron que ser desalojados de sus hogares, y no se descarta que el número de víctimas mortales pueda aumentar a medida que avanzan las tareas de búsqueda entre los escombros.
Operativos de rescate y estado de calamidad
Ante la emergencia, el gobierno de Paraná movilizó de inmediato equipos de rescate. Se enviaron 30 bomberos y 20 miembros del Grupo de Operaciones de Socorro Táctico, una unidad de élite equipada con perros de búsqueda, para rastrear sobrevivientes.
La tragedia afectó ravemente los servicios básicos; más de 3.000 viviendas se quedaron sin suministro eléctrico y el servicio de agua potable también se vio comprometido, obligando a instalar un hospital de campaña para atender a los heridos.
El gobernador de Paraná, Carlos Massa Ratinho Junior, decretó el estado de calamidad pública para agilizar la liberación de recursos para la reconstrucción.
¿Qué han dicho las autoridades?
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su solidaridad con los afectados y anunció el envío de personal especializado, incluyendo la activación de la fuerza de urgencia del Sistema Único de Salud (SUS).
Mientras las autoridades federales y estatales coordinan la ayuda, en la zona afectada se activaron redes de solidaridad vecinal y se habilitaron refugios temporales para las familias que perdieron sus hogares.
El ciclón extratropical que provocó el tornado también causó daños por lluvias intensas en los estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina. Además, la alerta climática se extendió hacia el sudeste, donde São Paulo y Río de Janeiro permanecen en vigilancia.
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