La economía española se contrajo un 0,1% en el segundo trimestre del año, lo que significa una neta mejora con respecto a los anteriores, aunque el país, que ha logrado reducir lo que paga por su deuda, sigue en recesión, según el Banco de España, que divulgó este martes sus estimaciones.
Entre abril y junio, "la economía española moderó significativamente el ritmo de contracción de la actividad", subrayó el banco central en su boletín económico, y "según la información disponible, todavía incompleta, se estima que el PIB disminuyó un 0,1% en tasa intertrimestral", frente a la caída del 0,5% en el periodo enero-marzo.
Con estos datos, la tasa interanual se eleva al -1,8%.
Paralelamente, el Tesoro tuvo que pagar un rendimiento menor este martes para pedir prestados 3.519 millones de euros en letras a tres y nueve meses, con lo que ya ha completado el 73,3% de sus necesidades de deuda, según el ministerio de Economía.
El rendimiento que tuvo que pagar fue del 0,442%, contra el 0,869% el pasado 25 de junio por las letras a tres meses, y el 1,152%, contra el 1,441%, por las de nueve meses.
Esto supone también una neta mejora con respecto al año pasado, cuando los mercados vapulearon a la cuarta economía de la zona euro, hundida en la recesión desde finales de 2011, que tuvo que pedir un rescate para el sector bancario de 41.300 millones de euros.
Punto positivo, la recesión se ha moderado en el segundo trimestre gracias al "dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios", que contribuyó en 0,4 puntos porcentuales a la tasa intertrimestral del PIB.
Sin embargo, el consumo interno sigue deprimido en el país, que cuenta con un 27,16% de desempleo, con una caída del 0,6% (-0,7% en el trimestre anterior).
Los datos oficiales de crecimiento, que suelen confirmar las previsiones del Banco de España, se conocerán el 30 de julio.
Pese a esta ligera mejora, el Fondo Monetario Internacional sigue preocupado, ya que los riesgos para la economía y por tanto para el sector financiero "siguen altos", pues el país tiene que reducir el déficit, bajar los precios de la vivienda y disminuir la deuda privada, todo ello con el alto desempleo. /AFP