2001.com.ve|Con información de AFP
Ecuador, cuyo vicepresidente condenado por el caso Odebrecht perdió el cargo este miércoles, entró en campaña para un referéndum sobre la eliminación de la reelección indefinida, que de ser aprobado daría una estocada política al exmandatario Rafael Correa.
El período electoral arrancó con la confirmación de parte del presidente Lenín Moreno de que su vicepresidente Jorge Glas, con quien fue elegido en binomio, cesó funciones a las 00H00 locales (05H00 GMT) a raíz de su encarcelamiento por recibir sobornos de la constructora brasileña.
Con el oficialismo en crisis por una pugna de poder, Moreno planteó que el 4 de febrero se decida en las urnas sobre una enmienda constitucional para eliminar la reelección indefinida impulsada por Correa (2007-2017), quien vive en Bélgica y volverá al país este jueves para apoyar la opción por el “No”.
Moreno, exvicepresidente de Correa entre 2007 y 2013, promueve dejar sin efecto la reelección indefinida que permitiría regresar a la presidencia en 2021 a su expartidario convertido en principal rival.
El jefe de Estado sostiene que ese mecanismo es una “aberración política” y busca restablecer la reelección por una sola vez, como lo marcaba la Carta Magna de corte socialista en vigencia desde 2008.
Correa anunció el martes su regreso a Ecuador para hacer campaña en contra. “Yo voy a mi Patria el 4 de enero, a estar con mis compañeros en esta lucha contra la traición y la partidocracia”, señaló.
De cara a la consulta, Moreno pidió el miércoles apoyo “porque depende muchísimo de su resultado la capacidad de ejercer la gobernabilidad sin ninguna cortapisa, sin ninguna traba”.
“Supervivencia política”
El politólogo Santiago Basabe dijo a la AFP que la consulta “tiene una pregunta que es de fondo y es la permanencia o no, en el corto plazo, del expresidente Correa en la contienda política”.
“El retorno de Correa tiene que ver con su propia supervivencia política. Sabe que en caso de no ganar, al menos en el corto plazo su posibilidad electoral va a estar vedada”, añadió.
Moreno -con un 71% de aprobación a su corta gestión según encuesta de Cedatos- es favorito para vencer en la consulta.
Pero el correísmo, cuyo líder cerró su administración con un 48% de aceptación, no da su brazo a torcer.
El excanciller Ricardo Patiño, muy cercano a Correa, escribió en Twitter que el expresidente se quedará los 30 días de campaña en Ecuador “para vencer a la traición y a decir NO a la consulta tramposa e inconstitucional”.
Moreno planteó siete preguntas en la consulta, entre ellas la de reestructurar un órgano creado por Correa para designar autoridades electorales y de control, e inhabilitar a condenados por corrupción a participar en política.
Glas, aliado de Correa, dejó de ser vicepresidente -que ocupaba desde 2013- ante la falta definitiva (por más de tres meses) en el ejercicio del cargo al estar en la cárcel desde el 2 de octubre último por recibir 13,5 millones de dólares en sobornos de Odebrecht.
En diciembre, un tribunal condenó en primera instancia a seis años de cárcel a Glas, cuyo sucesor será elegido por el Congreso de una terna que deberá presentar Moreno.
Gobierno “débil”
Basabe, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Quito, expresó que la consulta también servirá a Moreno para “legitimarse políticamente”.
“Es un gobierno extremadamente débil, sin una bancada oficialista fuerte en la Asamblea (Nacional), sin un apoyo mayoritario dentro del propio movimiento Alianza País”, creado por Correa para las elecciones de 2006, sostuvo.
El politólogo añadió que Moreno “ha tenido que anclar todo su soporte al apoyo de organizaciones sociales y políticas que se han acercado no por afinidades sino por conseguir expulsar a Correa de la contienda electoral”.
Correa, quien en diciembre regresó al país para participar en una convención del fracturado partido oficialista, mencionó la posibilidad de crear un nuevo partido y de impulsar una Constituyente con miras a poner fin al mandato de Moreno.
“En países tan inestables como el Ecuador, la posibilidad de una nueva Constituyente y que las reglas de juego cambien, siempre está presente”, advirtió Basabe.
Unos 13 millones de ecuatorianos están habilitados para participar de la consulta.