Estados Unidos condenó hoy la explosión causada presuntamente por un coche bomba que destruyó esta mañana un edificio del Ministerio de Asuntos Exteriores en el centro de Bengasi (Libia), justo un año después de que un atentado en esa misma ciudad matara a cuatro diplomáticos estadounidenses.
"Condenamos este acto violento, que amenaza con mermar la transición democrática de Libia y el legado de la revolución libia, en la que el pueblo libio hizo que se escucharan sus voces a través de medios pacíficos", dijo hoy la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en conferencia de prensa.
Psaki confirmó que ningún miembro del personal de la misión estadounidense resultó herido en el área de la explosión, que según los informes que ha recibido Washington se originó por "un coche bomba, que provocó daños a varios edificios".
Por el momento, las fuentes de seguridad locales no han precisado el origen de la explosión, cuya onda expansiva causó heridas leves a varias personas y daños en edificios cercanos.
El suceso coincide con el primer aniversario del ataque al consulado estadounidense en Bengasi, en el que murió el embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses, y que este miércoles fue recordado en Estados Unidos por figuras como el presidente Barack Obama o el secretario de Estado, John Kerry.
Además, el acto de violencia se produce menos de 24 horas después del asesinato el martes en un atentado con bomba del coronel de la policía libia Salem el Orfi.
Bastión de la rebelión que precipitó la dictadura del coronel Muamar al Gadafi, Bengasi fue durante varios meses escenario de asesinatos y ataques con explosivos, que causaron numerosos muertos y heridos entre los civiles y las fuerzas de seguridad.
Las autoridades libias acusan a los partisanos del antiguo régimen, puestos fuera de la ley, de ser los causantes de estos ataques. /EFE