A pesar de años de intensa investigación, los científicos todavía no han determinado qué está matando a las abejas de la miel, según un informe presentado hoy en la reunión anual de la Sociedad Química Estadounidense.
"Dejando a un lado que son los primos de las abejas de la miel -avispas, vespas y abejorros- los que causan la mayoría de las picaduras, son las abejas de la miel las que deberían preocuparnos más", dijo el profesor de entomología de la Universidad Técnica de Virginia Richard Fell en su presentación ante la reunión en Indianápolis (Indiana).
"Algunos cálculos ponen el valor de las abejas en la polinización de cultivos de frutas y otros vegetales en casi 15.000 millones de dólares anuales", añadió.
Sin abejas que dispersen el polen de los órganos masculinos en las plantas a los órganos femeninos no pueden formarse las frutas y "eso tendrá un impacto grave sobre los consumidores, ya que afecta al precio de algunos de los alimentos más sanos y deseables", continuó.
Los agricultores usan las abejas de miel para polinizar más de un centenar de cultivos de frutas y vegetales y lo hacen colocando colmenas en los campos cuando las plantas están listas para la polinización.
El impacto más grande de la disminución de abejas se sentirá en las granjas que producen cultivos que requieren la polinización, como las almendras.
Fell se refirió a la disminución de las poblaciones de abejas de miel en Estados Unidos y otros países debido a una condición denominada el trastorno de colapso de las colonias.
Si bien las abejas han tenido una mejoría en años recientes, algo sigue matando cada año a una de cada tres abejas.
"Hay bastante información equivocada en la prensa popular acerca de la decadencia de las colonias, especialmente en lo que se refiere a los pesticidas", dijo Fell.
"Es importante que enfaticemos que no conocemos las causas de la decadencia de las colonias y que, probablemente, haya numerosos factores involucrados", explicó.
Algunas de las teorías más aceptadas acerca de la causa de la decadencia de las colmenas mencionan el uso de ciertos pesticidas, o la presencia de parásitos, enfermedades y la nutrición general de las colmenas.
Los apicultores abogan porque se suspenda el uso de ciertos neonicotinoides, una clase de insecticidas que algunos consideran como la causa principal de la destrucción de las colonias.
Pero Feel dijo que esto podría ser prematuro: la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. estudio recientemente la situación y no encontró pruebas científicas de que los neonicotinoides causen problemas graves en las colonias de abejas. /EFE