La ciudad de Bruselas cubre desde hoy de flores su emblemática Grand Place y los salones del Ayuntamiento, que se transforman así en un colorido jardín tropical decorado por paisajistas flamencos de fama internacional.
Al ya mundialmente conocido tapiz de flores que se instala los años pares en la popular plaza se suma la llamada Floraliëntime, que se organiza por primera vez, y que confía principalmente en plantas y flores procedentes de la ciudad flamenca de Gante.
El alcalde de Bruselas, Freddy Thielemans, señaló a Efe que desde hace "al menos quince años tenemos un tapiz floral que es muy atractivo para la gente de todo el mundo, pero queremos hacer más, no solamente una alfombra de begonias, esta es la razón del jardín exterior de la Plaza y la decoración dentro del Ayuntamiento".
La idea de Floraliëntime nació de la colaboración entre la villa de Bruselas y la ONG Tapis de Fleurs de Bruxelles, organizadora del tapiz floral en la Gran Plaza, con los productores de flores de Gante, especialistas en el arte floral desde hace más de 200 años.
La presidenta de la ONG Tapis de Fleurs, Annette Katz, explicó a Efe que "la gran estrella de la Floraliëntime es el Ayuntamiento" de la capital, un majestuoso edificio del siglo XV que ha sido decorado por artistas florales de Gante "según las últimas tendencias decorativas" en plantas.
En las estancias y pasillos del Ayuntamiento acondicionados para este evento convivirán durante cuatro días tapices, cuadros, bustos de mármol y artesonado de madera con "todas las flores que se pueden encontrar en verano", afirma Katz.
La azalea, además de ser el orgullo de la decoración flamenca, es una de las flores elegidas para decorar el interior del Ayuntamiento por su gran variedad y rangos de color, los cuales abarcan desde el blanco hasta el rosa, pasando por el rojo al púrpura.
En total son once las dependencias decoradas con flores, entre las que destacan el patio del Ayuntamiento, con dos majestuosas mesas ornamentadas con laurel, la sala consistorial, la Galería Granger en la que se encuentran pinturas y bustos de diferentes épocas, o la sala en la que se realizan enlaces matrimoniales.
"El visitante tiene la ocasión excepcional de ver las diferentes salas del Ayuntamiento y las recientes creaciones de cuarenta artistas florales que han adaptado sus obras contemporáneas y clásicas a las diferentes estancias, lo que crea un contraste entre el arte floral y la decoración antigua", añade Katz.
Por otro lado, la Grand Place se convierte en el telón de fondo de un jardín de árboles de laurel, un tipo de vegetación considerada por los expertos en decoración vegetal como ideal para embellecer calles, balcones y paisajes urbanos.
El laurel es una planta de origen persa que llegó a la región de Flandes durante el Renacimiento y tuvo tanto arraigo que a día de hoy todavía existen empresas familiares especializadas en cultivar este tipo de árbol.
La hoja del laurel, un condimento muy utilizado en la cocina, desprende un agradable e intenso olor que incrementa la sensación de naturaleza en la Grand Place.
Otro de los alicientes de la Floraliëntime es poder "ver la Gran Plaza desde el balcón del Ayuntamiento", indicó Thielemans, para quien esta oportunidad "ayudará a atraer a mucha gente" a este festival floral.
Para esta primera edición, el lema central elegido por la organización es "Colores de Vida", una idea que sintetiza la relación de los maestros artesanos florales con su trabajo y la armonía entre las personas y el mundo floral.
El objetivo de este nueva iniciativa es presentar a Bélgica, y en concreto a Bruselas, como abanderados del arte floral mundial, así como introducir la vegetación dentro de un contexto urbano.
"Bruselas es una de las ciudades más verdes de Europa", según la directora de la ONG, quien añade que la capital belga posee "un tesoro inestimable: parques, jardines, bosques, plazas y espacios verdes inestimables".
"Si además la ciudad se asocia con los mejores artistas florales", continúa Katz, "está todavía más bella", por lo que la Floraliëntime se convierte "en uno de los acontecimientos ineludibles de la capital de Europa".
Por su parte, el alcalde de Bruselas manifestó que los dos bosques que tiene la ciudad, al norte y al sur, "hacen una verdadera diferencia con otras ciudades", por lo que los bruselenses tienen un "sentido particular para lo que es verde y las flores".
La Floraliëntime, que puede visitarse hasta el día 18 de agosto, se alternará a partir de ahora cada año con el célebre tapiz floral de la Gran Place. EFE