EFE
El Gobierno libanés rechazó liberar a yihadistas encarcelados a cambio de soldados y policías capturados por combatientes extremistas desde el pasado mes de agosto tras los choques que los enfrentaron a las fuerzas libanesas en la región de Arsal, limítrofe con Siria.
"La seguridad de los militares no puede ser objeto de un canje", afirmó el ministro de Información Ramzi Jreig, que leyó un comunicado al término de la reunión del gabinete.
Las familias de los soldados y policías secuestrados, que se manifiestan desde esta mañana frente a la sede del Gobierno, le pidieron al Ejecutivo que acepte el intercambio propuesto por los radicales.
Además, le dieron un ultimátum de 24 horas para que resuelva ese asunto o de lo contrario amenazaron con recurrir a una escalada de la violencia.
En ese sentido, aseguraron no hacerse responsables de lo que pueda suceder y amenazaron con que una sola gota de sangre de sus hijos puede hacer estallar una guerra civil en el Líbano.
Además, pidieron que se detenga a los ministros para canjearlos por los rehenes del Ejército para preservar la dignidad del Estado.
El ministro de Información reveló que el jefe de Gobierno, Tamam Salam, se puso en contacto con países influyentes para obtener la liberación de los militares capturados por los yihadistas del Estado Islámico, el Frente Al Nusra y otros grupos extremistas.
"La cuestión de los militares secuestrados no puede ser objeto de canje, pero sí de negociaciones a través de canales internacionales que han sido utilizados y se volverán a usar para obtener la liberación de los capturados", agregó Jreig.
Nueve de los soldados capturados alertaron recientemente en un vídeo de que serían decapitados si no se cumple con las demandas de los yihadistas.
2014-09-04