El primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, pidió más tiempo para formar un gobierno de transición en el que podría incluir a islamistas, ya que, a su juicio "el país atraviesa un periodo muy difícil", según dijo en una entrevista con Efe.
Aunque los Hermanos Musulmanes ya han rechazado integrar su gabinete -el primero tras el derrocamiento militar del presidente Mohamed Mursi-, Beblaui señaló que no tendrá en cuenta la afiliación islamista o no islamista de sus ministros.
"No acepto a un candidato porque sea islamista o no. Las normas para elegir a un ministro son dos: la profesionalidad y la credibilidad", insistió Beblaui, un economista liberal que ya ocupó el cargo de viceprimer ministro y titular de Finanzas durante cuatro meses en 2011.
Beblaui comenzó ayer las consultas para formar el nuevo Ejecutivo, al día siguiente de ser nombrado primer ministro por el presidente interino, Adli Mansur.
"Intento estudiar los nombres de las personas que valen para todas las carteras para tener una visión global del gabinete, y cuando la imagen esté clara, propondré los ministerios a los candidatos", añadió.
En la entrevista telefónica, Beblaui no descartó eliminar algunas carteras o reformar otras, algo que decidirá cuando termine de elegir a los aspirantes, e insistió en que todavía no puede anunciar una fecha para la formación completa del ejecutivo.
"Puedo tardar más días… Tengo que tomarme mi tiempo", agregó Beblaui, un reputado tecnócrata que ya plantó cara al Ejército hace dos años, cuando presentó su dimisión tras una masacre de manifestantes cristianos ante la radiotelevisión egipcia en la que estuvieron implicadas las Fuerzas Armadas.
Aunque reconoció que el país atraviesa un momento complicado, el nuevo primer ministro, de 76 años, negó que afronte "obstáculos" por parte de ciertas formaciones en la creación de su gabinete.
Sin embargo, no son pocos los desafíos para el futuro gobierno de transición, que ya ha sido rechazado por el partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenecía Mursi antes de asumir la presidencia en junio de 2012.
El PLJ considera que las Fuerzas Armadas violaron la legitimidad constitucional cuando derrocaron a Mursi, elegido democráticamente, y no reconoce a las autoridades salidas del golpe.
Por ello, el PLJ se opuso ayer a negociar carteras del nuevo Gobierno, después de que la Presidencia apuntase que Beblaui pretendía ofrecer algunas a la Hermandad y al partido salafista Al Nur.
Beblaui tiene la misión de formar el ejecutivo que deberá conducir al país hasta la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales en una hoja de ruta de seis meses presentada por Mansur esta semana, que ha suscitado el rechazo de la mayoría de grupos políticos.
Mientras, los islamistas insisten en tomar las calles para pedir el regreso de Mursi al poder.
La Alianza Nacional en Defensa de la Legitimidad Electoral, que integran los Hermanos Musulmanes y otros movimientos islamistas aliados, ha convocado para mañana manifestaciones bajo el lema "Juntos contra el golpe militar sangriento".
En un comunicado, esa coalición expresó hoy su rechazo a la reciente declaración constitucional emitida por Mansur, que establece el calendario para la reforma constitucional y las elecciones en la etapa transitoria. /EFE
Jueves, 11/07/2013