EFE
Los ecuatorianos acudieron hoy a las mesas de votación para elegir a las nuevas autoridades provinciales, municipales y parroquiales, en un ejercicio que combinó también a la sazón de la tierra y la reunión familiar.
Y es que la ocasión ha brindado a muchos votantes la posibilidad de acudir en familia a los colegios electorales para ejercer su derecho democrático y, de paso, acudir en las inmediaciones de los recintos a los sitios de comida tradicional que se han instalado para la jornada.
También ha permitido a una serie de comerciantes informales salir con sus ventas, sobre todo a aquellos que proveen el servicio de plastificado de los comprobantes de votación, indispensable en todo trámite público.
A sólo 25 centavos de dólar, Héctor, con su pequeña maquinilla de plastificado, se apostó a las afueras del colegio Simón Bolívar, un centro de votación en el centro de la capital ecuatoriana, para ofrecer su servicio a los ciudadanos.
No se cansa de promocionar su oferta y con una sonrisa atrae a los votantes hasta su sitio improvisado en la calle para plastificar los certificados de votación.
"Bien ha estado, bastante gente", señaló este vendedor al que le ayudan en la tarea varios familiares, incluso una pequeña que, de vez en cuando, se atreve a promocionar el negocio de su padre: "Venga, venga, a sólo 25 centavos".
Más alejados de la puerta de ingreso al colegio electoral, una fila de puestos de comida callejera ofrece los manjares de la tierra como el popular "ceviche de chochos", un plato de altramuces encurtido con cebolla, limón y tomate.
También se encuentra el "mote con fritada", una especie de maíz cocido mezclado con trozos fritos de carne de cerdo y el tradicional "hornado", hilachas de carne de cerdo horneado acompañado de puré de patatas salpicado con un jugo agridulce de cebolla y tomate.
Junto a ellos está el puesto de "jugos", zumos endulzados de frutas como banano o naranja, que algunos prefieren licuar con alfalfa y unas gotas de extracto de vainilla.
Asimismo se pueden encontrar los "hot dog", hamburguesas, patatas fritas y aperitivos en "snack", que se suelen degustar con gaseosas o jugos.
En esta ocasión, las autoridades municipales han decidido alejar unas cuantas cuadras los sitios de comida, que en el pasado se aglomeraban a la salida misma de los recintos electorales, lo que ha facilitado la dinámica del voto.
En otras ciudades también se ha repetido la estampa, con comidas que varían según la región; así en la costa predominan los platos de productos tropicales y del mar, en la sierra los tubérculos y frituras y en la Amazonía los exóticos alimentos que brindan la selva y la agricultura.
La variada gastronomía también se convirtió en un imán para los electores, muchos de los cuales acudieron en familia a votar.
María, por ejemplo, fue una de las jóvenes que acompañó a su madre a votar en el colegio "Simón Bolívar", y el sufragio de amabas, según reveló, tardó "menos de cinco minutos".
"Está muy ágil, no se han formado colas y creo que todo ha estado bien", refirió la joven al comentar que luego iría a su casa para "pasar con la familia".
Ricardo Báez, uno de los coordinadores del Consejo Nacional Electoral (CNE) en el colegio "Simón Bolívar", coincidió en que el proceso de votaciones se ha desarrollado con normalidad.
"No se han presentado inconvenientes", añadió al destacar la "gran afluencia" de votantes a este recinto del centro de la capital ecuatoriana.
Báez también se percató de que "mucha gente ha venido convencida de votar" y no sólo por el certificado que el CNE entrega a los ciudadanos después de depositar las papeletas en las urnas electorales.
Más de 11 millones de ecuatorianos fueron facultados para elegir hoy a 221 alcaldes, 23 prefectos provinciales, 867 concejales urbanos, 438 rurales y 4.079 vocales de las juntas parroquiales.
Las votaciones concluyen a las 17.00 hora local (22.00 GMT).