‘Camboya acudió hoy a las urnas para elegir un nuevo Parlamento y todo apunta a que el primer ministro Hun Sen, que lleva casi 30 años en el poder, seguirá al frente del gobierno, en medio de las denuncias de fraude de la oposición.
Su victoria "estaba clara desde el principio", dijo hoy el líder de la oposición Sam Rainsy, cuyo Partido del Rescate (CNRP) acusó al gobierno de fraude electoral.
"Hubo manipulaciones a gran escala", denunció Rainsy. En la capital del país, Phnom Penh, unos votantes indignados quemaron un coche de la policía porque no pudieron encontrar sus nombres en el censo para votar.
En Phnom Penh circularon rumores de que la oposición habría ganado al menos algún escaño. La comisión electoral sin embargo no avanzó ningún resultado preliminar.
En 2008 el partido gobernante CPP consiguió 90 de los 123 escaños, mientras que los partidos que se unieron en el CNRP obtuvieron 29.
El primer ministro Hun Sen gobierna desde hace 28 años y controla firmemente el aparato estatal. Bajo la mirada del Ejército y la policía, que hicieron abiertamente campaña a su favor, muchos no se atreven a promocionar a la oposición. Hun Sen (de 60 años) advirtió del peligro de una guerra civil si gana la oposición.
El líder de la oposición Rainsy regresó del exilio hace una semana. El apoyo en la capital para el político de 64 años sorprendió a los observadores. Sin embargo Rainsy no pudo concurrir como candidato.
"Voté al CNRP porque necesitamos cambios y un nuevo jefe de gobierno", dijo el monje Vicheth (de 28 años).
Tres cuartas partes de la población de este país pobre vive en al ámbito rural, donde la popularidad de Hun Sen sigue siendo inquebrantable. A él se le debe la liberación del país tras el horror de los Jemeres Rojos en los años 70, así como la construcción de carreteras y puentes.
El país figura entre los más corruptos del mundo. Muchas familias próximas al poder son inmensamente ricas. Y ese contraste en Phnom Penh quedó hoy en evidencia entre quienes acudieron a votar.