La Fiscalía del Perú investigará la operación policial en que murieron el martes en Lima dos de los cinco presos que se habían escapado de una cárcel la semana pasada, anunció hoy el fiscal encargado, Manuel Ganoza, en medio de las especulaciones que han surgido.
"Se va a investigar la forma en la que se intervino (a los prófugos)", dijo Ganoza, quien indicó que las pesquisas estarán a cargo de su despacho y de la División de Homicidios de la Policía.
El fiscal hizo la aclaración en momentos en que en las redes sociales y en las calles se especula, sin pruebas, con que los policías hayan matado a los pistoleros a sueldo Lindomar Hernández y Édgar Lucano para evitar que identifiquen a sus cómplices en la fuga.
Portavoces policiales le han restado importancia a esta versión, al destacar que en la operación fueron capturados vivos cuatro delincuentes, entre ellos Carlos Timaná, que también había fugado en la misma acción (los otros tres son asaltantes de bancos sin relación con el escape pero con los que se estaba formando una nueva banda).
La versión oficial es que Hernández, Lucano, Timaná y sus acompañantes, que aparentemente planeaban asaltar un banco, opusieron resistencia a los captores al ser descubiertos en una casa del distrito de Comas, con los que se desató el tiroteo que les costó la vida a los dos primeros.
"Al hacer la incursión en el inmueble donde se encontraban estos delincuentes, el objetivo era capturarlos ilesos. Nosotros decidimos intervenir a fin de evitar costos sociales", explicó el director de Investigación Criminal de la Policía, César Cortijo.
Hernández y Lucano, asesinos confesos del reportero gráfico del diario "El Comercio" Luis Choy, murieron sin revelar quién les pagó 20.000 soles (unos 7.500 dólares) para perpetrar ese asesinato en febrero. Hasta ahora se ignoran los móviles de ese crimen.
Los dos sicarios y un tercer participante en ese asesinato, Segundo Vargas, capturados en marzo, huyeron la semana pasada de la cárcel Lurigancho, cuando se les tenía en un ambiente para encarar un trámite judicial.
Los tres reclusos y otros dos connotados asaltantes rompieron una puerta con un mazo que se les había entregado oculto dentro de un expediente y ganaron acceso a la zona administrativa, de donde salieron por la entrada principal caminando corrientemente. La Policía descuenta que tuvieron cómplices.
De los otros dos prófugos se desconoce hoy el paradero, aunque en el caso de Vargas hay indicios de que logró salir del país y está en Argentina.
Los padres de Choy, quienes creen que Hernández y Lucano fueron "asesinados", sostienen que quien planificó y financió la fuga fue el desconocido autor intelectual del asesinato de su hijo, y que ahora también maniobró para eliminar a los sicarios y evitar que lo delaten, pero admiten no tener pruebas.
El asesinato de Choy, de 39 años, causó conmoción en su momento. Aunque hay sospechas de que el móvil podría estar relacionado con el negocio de autos, que era el segundo oficio del reportero, no hay fuentes firmes. Los sicarios se negaron a revelar identidades.
La fuga de los cinco delincuentes causó impacto la semana pasada y diversas voces se alzaron para exigir la renuncia del ministro del Interior, Wilfredo Pedraza. /DPA