DPA
General Motors (GM) puso fin a la competencia interna entre sus marcas en favor de Opel y anunció la retirada de Chevrolet de Europa a fines de 2015.
"Con esta medida podremos concentrar nuestros recursos para fortalecer la marca y las actividades de Opel/Vauxhall", dijo el vicepresidente de GM y presidente del Consejo de Vigilancia de Opel, Stephen J. Girsky.
Los modelos compactos de Chevrolet, mayormente fabricados en Corea del Sur, tienen desde hace años una cuota de mercado de tan solo uno por ciento en el Viejo Continente, mientras que Opel y la británica Vauxhall cubren un seis por ciento de la demanda.
Chevy vendió en los primeros diez meses del año cerca de 126.000 unidades, un 17,4 por ciento menos que en 2012, según cifras de la asociación del ramo Acea. "Los resultados financieros son inaceptables", sentenció Girsky.
Chevrolet comercializará en Europa a partir de 2016 solamente modelos de culto como el Corvette y hará una excepción en Rusia y en las antiguas repúblicas soviéticas, donde seguirá ofreciendo los modelos compactos.
Chevrolet emplea en Europa a 520 personas y cuenta con una red de 1.900 concesionarios. La decisión demandará costes extraordinarios de hasta 1.000 millones de dólares, pero los gastos no lastrarán los resultados de la Adam Opel AG ni de la sección europea de GM, aseguró la compañía.
El presdiente europeo de Chevrolet, Thomas Sedran, alegó que la evolución de los productos en el mercado europeo no era favorable. "Si miramos hacia adelante vemos que Europa se volverá muy difícil para Chevrolet". Sedran aseguró a los clientes que todas las garantías seguirán vigentes y que los repuestos estarán a disposición por lo menos hasta 2025.
Al mismo tiempo, GM planea lanzar en los próximos tres años una ofensiva en Europa con su marca Cadillac. "Europa es un mercado muy importante para GM. Nos vamos a beneficiar con una marca Opel más fuerte y con un mayor acento en Cadillac", señaló el presidente de GM, Dan Akerson.