El gobernador del estado mexicano de Michoacán, Fausto Vallejo, afirmó hoy que en ningún momento sospechó que José Jesús Reyna pudiera tener contactos con el crimen organizado mientras era secretario de Gobierno del estado.
"Si existiera tal situación, yo no me enteré. Es una sorpresa para mí", afirmó Vallejo en declaraciones a la emisora local Radio Fórmula al referirse a la detención provisional de Reyna, de la que se informó el pasado sábado.
Reyna, que llegó a reemplazar a Vallejo como gobernador interino desde abril hasta octubre del año pasado por razones de salud, fue citado para declarar por la fiscalía general el pasado viernes, y al día siguiente se anunció que estaba bajo detención provisional.
El arraigo de Reyna se prolongará por 40 días, mientras se establecen "posibles responsabilidades" a partir de "posibles contactos con organizaciones delictivas" de parte de Reyna, el político más poderoso de Michoacán después del gobernador.
Vallejo, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo que Reyna era un funcionario "eficiente", pero también señaló que cada cual debe asumir sus "conductas personales".
Aunque aclaró que no conocía en detalle de qué se acusa a Reyna, Vallejo dijo que no había detectado ninguna acción indebida durante su gestión y señaló que, "caiga quien caiga", el compromiso es desterrar del estado "la impunidad y el chantaje".
El gobernador anunció el sábado por la noche el cese de Reyna como secretario de Gobierno. "Es una investigación, habrá que esperar las conclusiones correspondientes", agregó.
Un dirigente de los grupos de autodefensa de Michoacán, José Manuel Mireles, acusó el año pasado a Reyna de tener presuntos vínculos con el cártel de Los Caballeros Templarios, pero no aportó pruebas.
Desde enero pasado, el Gobierno federal se ha volcado en Michoacán ante el vacío de autoridad que se vivía en ese estado por las acciones de los "templarios" y el surgimiento de grupos de civiles que se armaron para luchar contra los narcotraficantes.
EFE