La administración del actual gobernante de Irán, Mahmud Ahmadineyad, cuyo sector ha sido eliminado de la carrera presidencial, está dispuesta a defender públicamente sus logros económicos ante las duras críticas de los ocho candidatos a las elecciones presidenciales.
"Los ministros relacionados con la economía de la administración (actual) están preparados para mantener un debate sobre temas económicos con los ocho candidatos a estos comicios presidenciales", dijo Mohamad Sheijan, un portavoz de la oficina de Ahmadineyad.
Sheijan agregó que los miembros del Gabinete están dispuestos a "defender los planes económicos", ante las críticas por la fuerte inflación que registra el país, cerca del 32 por ciento en el pasado año persa que finalizó el 20 de marzo, y la alta tasa de desempleo reconocida, de casi un 15 por ciento.
La lucha contra la inflación y la creación de puestos de trabajo, además de la solución del problema de la vivienda, son las cuestiones centrales planteadas por los cinco candidatos ultraconservadores principalistas y también por los dos reformistas moderados y el tecnócrata admitidos en la carrera presidencial.
Otros asuntos planteados por los candidatos son la política exterior y las negociaciones internacionales sobre la cuestión nuclear iraní, cuyas líneas maestras marca el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, alrededor del que se agrupan los principalistas.
Esfandiar Rahim Mashaei, nacionalista conservador y liberal en cuestiones sociales, promovido como aspirante a la Presidencia por Ahmadineyad y considerado un "hereje" por el clero conservador chií que tutela el régimen teocrático de la República Islámica de Irán, fue rechazado por el Consejo de Guardianes como candidato.
Los doce clérigos y jurisconsultos musulmanes chiíes de alto rango que componen el Consejo, sólo admitieron a ocho candidatos de los 686 aspirantes inscritos para las presidenciales y convirtieron de facto la carrera a la jefatura del Gobierno en una lucha interna entre conservadores principalistas.
Tres candidatos de la misma línea, según comentaristas locales e internacionales, son los favoritos a ocupar la Presidencia tras estos undécimos comicios presidenciales en los 34 años de historia de la República Islámica: Said Jalili, jefe negociador nuclear de Irán; Mohamad Bagher Qalibaf, alcalde de Teherán, y Ali Akbar Velayati, asesor de Jamenei.
Los otros dos conservadores, Mohsen Rezaei y Gholam Ali Hadad Adel, son considerados como aspirantes con escasas posibilidades, lo mismo que el tecnócrata independiente Mohamad Gharazi.
Los dos candidatos reformistas moderados admitidos, Hasan Rohani y Mohamad Reza Aref, han tenido incidentes en sus campañas que apuntan a que el sistema desconfía de ellos y han sufrido ataques verbales de algunos sectores radicales, entre ellos el general Mohamad Reza Naqdi, jefe de las milicias de los Voluntarios Islámicos (Basij).
Naqdi ha señalado en los últimos días que con gobiernos reformistas "el país ha retrocedido", con lo que apoyaba a los candidatos principalistas, lo mismo que las bases de los basij, que están divididos, sobre todo, entre Jalili y Qalibaf, según reconocieron algunos de ellos a Efe en un acto electoral.
Al inicio de la campaña, en una de sus primeras apariciones en la televisión oficial, IRIB, Aref, ex vicepresidente primero con el reformista Mohamad Jatami, fue interrumpido al poco de iniciar una intervención programada y, el pasado sábado, algunos miembros del equipo de Rohani fueron detenidos por la Policía tras un mitin.
Hoy mismo, la agencia local Mehr cita a Mohamad Reza Nematzadeh, jefe de campaña de Rohani, quien apunta que varias personas del equipo, entre ellos el encargado del Comité de Juventud, fueron "detenidas en la calle a la salida de la concentración" el sábado.
En un comunicado, la oficina de campaña de Rohani pidió hoy a la Policía la "liberación cuanto antes" de los detenidos.
Mientras tanto, la oficina de Jatami y otros reformistas han pedido a Rohani y Aref que unan sus candidaturas, pero este último lo ha descartado hoy, según la televisión oficial en inglés, PressTV. EFE