El Gobierno de Argentina anunció hoy la decisión de congelar un fideicomiso de uno de los dos exmilitares condenados por crímenes de lesa humanidad que se fugaron la semana pasada de un hospital militar de Buenos Aires.
El fideicomiso bloqueado fue conformado por Jorge Olivera, quien se fugó junto a Gustavo De Marchi, y por el capitán Jorge Appiani, quien actualmente está detenido por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983).
"Olivera y Appiani en su carácter de abogados defendían a represores acusados de cometer delitos de lesa humanidad, y patrocinaban además acciones administrativas y judiciales contra el Ministerio de Defensa por actualización de haberes (salarios) de personal de las Fuerzas Armadas", dijo el ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, en rueda de prensa.
Rossi dijo que la cartera que preside descubrió que Olivera y Appiani constituyeron un fideicomiso "sobre el cual liquidaban absolutamente la totalidad de los honorarios percibidos en el ejercicio de esas acciones judiciales".
El ministro sostuvo que el fideicomiso "extrañamente" cambió de nombre y de titulares una vez que Olivera y Appiani quedaron privados de su libertad.
El titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbatella, explicó que el fideicomiso fue bloqueado con base en leyes que establecen que "a todo terrorista de Estado prófugo le cabe" la congelación "de fondos, lo que implica: cuentas bancarias, tarjetas de crédito, fondos fiduciarios, además de las viviendas y vehículos".
"En este momento se está haciendo la investigación en el lugar de los hechos donde estaban los fondos, y se está recabando toda la información bancaria y movimientos para determinar de dónde venía el dinero, hacia dónde iba y, eventualmente, si están sosteniendo la vida de otros prófugos", señaló Sbatella.
Por su parte, el ministro de Justicia, Julio Alak, destacó que la información recabada por el Ministerio de Defensa será "muy útil en la misión" de "capturar a los dos represores prófugos".
Olivera, condenado en la norteña provincia de San Juan a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, y De Marchi, condenado a 25 años, escaparon el pasado 25 de julio del hospital militar central de Buenos Aires, donde habían sido trasladados para recibir atención médica.
El exmayor Olivera, que era jefe de inteligencia, estuvo involucrado en el secuestro y desaparición de la modelo franco-argentina Marie Anne Erize Tiseau, en octubre de 1976.
El Gobierno dispuso una recompensa de 2 millones de pesos (unos 370.000 dólares) destinada a aquellas personas que brinden datos útiles que resultasen determinantes para la detención. /EFE