EFE
La justicia egipcia ordenó hoy la puesta en libertad de los hijos del derrocado presidente Hosni Mubarak, Alaa y Gamal, tras más de tres años entre rejas, en otra decisión que levanta ampollas entre los opositores al régimen del exdictador.
El Tribunal Penal de El Cairo aceptó hoy el recurso presentado por Alaa y Gamal Mubarak en un caso de malversación de fondos conocido como "los palacios presidenciales", aunque los dos hijos del expresidente aún no han abandonado la cárcel de Tora, a las afueras de El Cairo.
Fuentes de seguridad dijeron a Efe que su salida de prisión está prevista próximamente, pero que se llevará a cabo de forma discreta para evitar que los seguidores y detractores del "faraón" se concentren a las puertas de Tora.
Alaa, de 54 años, y Gamal, de 51, siguen siendo un símbolo de la corrupción y del régimen de su padre, y por ello los procedimientos judiciales relacionados con la antigua familia gobernante siempre han estado rodeados de polémica y de cierto secretismo en Egipto.
Los dos han pasado un total de 43 meses en la cárcel, más de los tres años a los que fueron sentenciados en mayo pasado por apropiación indebida de fondos públicos, y la corte aceptó hoy dejarlos en libertad tras aceptar la alegación presentada por su abogado, Farid el Dib.
El letrado se basó en un fallo del Tribunal de Casación que decretó que se descontase el periodo pasado por los acusados en la cárcel, ya sea por esta causa o por otra.
El recurso especificaba que se debía tener en cuenta el tiempo de prisión preventiva por un caso de tráfico de influencias, en el que fueron absueltos y en el que estaban acusados de haber recibido cinco villas como soborno del empresario fugitivo Husein Salem, residente ahora en España.
Alaa y Gamal todavía se tienen que enfrentar a otro juicio por corrupción ligado a la actuación ilegal en la Bolsa egipcia, cuya próxima sesión se celebrará el 17 de octubre, como confirmó a Efe Al Dib.
El abogado tampoco desveló cuándo saldrán de la cárcel los dos acusados, que ya han saldado sus deudas con la justicia tras pagar una multa de 125 millones de libras egipcias (unos 17 millones de dólares y casi 15 millones de euros).
Es la misma cantidad que sustrajeron indebidamente del presupuesto público destinado a los palacios presidenciales.
Según la ley egipcia, los detenidos pueden restar a una condena de cárcel el tiempo que han pasado en prisión preventiva anteriormente, incluso si es en diferentes casos, y también el tiempo transcurrido en la cárcel por condenas que han sido anuladas posteriormente.
Esta no es la primera vez que se decreta la salida de prisión de Alaa y Gamal, que estuvieron en libertad entre enero y mayo de este año, después de haber permanecido presos desde 2011, tras la revuelta popular que forzó la renuncia de su padre el 11 de febrero de ese año.
Los dos hijos del expresidente fueron excarcelados el 23 de enero pasado por orden del Tribunal Penal de El Cairo, en medio de un gran revuelo y la indignación de los grupos y jóvenes que lideraron la revolución egipcia.
Ambos ingresaron de nuevo en prisión a principios del pasado mes de mayo, cuando fueron condenados en la repetición del juicio de "los palacios presidenciales", junto a su padre, que ha permanecido detenido desde su caída en desgracia.
Para los revolucionarios, la puesta en libertad de Alaa y Gamal, así como el supuesto trato de favor que recibe Mubarak en el hospital militar donde se encuentra bajo arresto por su avanzada edad (87 años), es una señal más del fracaso de la revuelta del 25 de enero de 2011.
"Hemos perdido la batalla, ya estamos muertos, pero nos siguen golpeando", dijo a Efe el miembro del grupo Socialistas Revolucionarios y uno de los jóvenes que bajó a la calle en contra de Mubarak hace cuatro años, Tarek Shalaby.
"Ahora mismo estamos en un estado de depresión profundo, tanto los activistas como todos los egipcios, porque no queda nada de optimismo ni la posibilidad de un cambio o de volver al camino de la revolución", aseguró.
La orden de puesta en libertad de Gamal y Alaa llega una semana antes de la celebración de elecciones parlamentarias en Egipto, en las que compiten muchos candidatos asociados al régimen de Mubarak, los cuales se prevé que se harán con la mayor parte de los escaños.
2015-10-12