La diócesis de Friburgo, en el sur de Alemania, la más grande de las 27 que componen el país, quiere abrir la posibilidad de que los casados en segundas nupcias puedan acceder de nuevo a los sacramentos católicos,
La diócesis enviará esta semana un nuevo manual de orientación para los directores espirituales para mejorar el tratamiento que la Iglesia da a las personas divorciadas y que tendrá validez para todo el territorio alemán, informa la agencia alemana DPA.
Además de la comunión, la confesión, el bautizo, la confirmación y la extremaunción constituyen los sacramentos de la Iglesia Católica de los que hasta ahora están excluidas las personas que tras la ruptura de un primer matrimonio deciden rehacer su vida en segundas nupcias.
La motivación de está iniciativa es la de mejorar la situación y los derechos en el seno de la Iglesia de las personas que, una vez divorciadas, han decidido volver a contraer matrimonio.
"Queremos estar abiertos a los afectados por el fracaso en su matrimonio, queremos escucharlos y encontrarnos con ellos", explicó Andreas Möhrle, jefe de los directores espirituales de Friburgo.
Möhrle razonó que teniendo en cuenta el cada vez más alto porcentaje de divorcios, la Iglesia no puede continuar excluyendo a estas personas y negarles el sacramento y liturgia católicos.
Así, los divorciados podrán en el futuro acceder a charlas con los pastores donde podrán discutir sobre su matrimonio y su fe, lo cual podría ser la base para que pudiesen acceder de nuevo a la vida de la Iglesia, así como, a tomar parte en los sacramentos.
"Por un lado, consideramos verdad que los afectados se sienten a menudo arrinconados y sufren por ello; por otro lado, conocemos las normas de la Iglesia y el derecho canónico" dijo Möhrle.
Con la nueva orientación pastoral se posibilitará un nuevo trato a los separados vueltos a casar.
Con respecto a los divorciados, el papa Francisco adujo el pasado septiembre en una entrevista a la revista de los jesuitas "La Civiltá Cattolica" que hay que "tener siempre en cuenta a la persona".
Añadió que "Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición", por lo que hay que tratarlas "con misericordia"./EFE