La iglesia católica de Honduras abogó hoy porque el Gobierno que presidirá Juan Orlando Hernández, quien asumirá el próximo día 27, haga obras a favor del pueblo, que en la presente administración se vio castigado por al menos nueve medidas de ajuste económico.
"Ojalá que podamos ver muchas obras y oportunidades a favor del pueblo", dijo el vicario de la catedral de Tegucigalpa, Carlos Rubio, en la homilía dominical.
Agregó que en la víspera de la salida de un Gobierno y la entrada de otro, sería vergonzoso que se diga "no hizo nada por Honduras, no hizo nada por los pobres, estas autoridades no hicieron nada, lo que hicieron fue cargar al pueblo con tributos, con impuestos", en alusión tácita al Gobierno saliente que preside Porfirio Lobo.
Diversos sectores del país centroamericano coinciden en que durante el mandato de cuatro años de Lobo se incrementaron la pobreza y la violencia, pese a que las únicas dos promesas de campaña que hizo fueron "trabajo y seguridad".
La violencia en Honduras cobra un promedio de 20 muertes diarias, mientras que la pobreza afecta al 70 por ciento de sus 8,5 millones de habitantes.
Rubio resaltó que bueno sería que al final de un Gobierno se diga que hizo "el bien porque Dios está con él".
El religioso señaló que el quehacer de "todo cristiano, de todo hondureño", debe ser "actuar haciendo el bien" para que después, al final de su vida, no se diga que "pasó sin pena ni gloria o pasó haciendo el mal".
Lobo, quien el 27 de enero le entregará el poder a su correligionario Juan Orlando Hernández, del conservador Partido Nacional, envió en diciembre pasado al Parlamento un paquete de medidas de ajuste económico que fue aprobado por los diputados oficialistas.
Las medidas, para paliar en parte la crisis económica que atraviesa el país, aumentan del 13 al 15 por ciento el Impuesto Sobre Ventas de la mayoría de los productos y servicios.
El vicario Rubio expresó que el nuevo gobierno que presidirá Hernández debería ser de "equidad". EFE