El ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, celebró hoy en París, durante la presentación del Dakar 2015, "el sentimiento de festividad" colectiva que la prueba despierta en su país.
El Dakar, según dijo a EFE, sirve como "válvula de escape para catalizar las emociones del pueblo", y para Bolivia es muy importante "poder participar de este sueño".
"Bolivia no forma parte de las grandes ligas deportivas internacionales, y esta prueba sustituye nuestras expectativas de competición", comentó en la capital gala.
El ministro añadió que su país juega ahora un papel destacado en la geopolítica del deporte automovilístico, al tiempo que destacó la "ofrenda" que Bolivia hace al rally a través de sus "tesoros" geográficos.
"Las lagunas de colores, el Salar y nuestras majestuosas montañas le confieren a la prueba unos paisajes excepcionales, únicos", dijo el ministro, que confesó haber pedido a "los dioses tutelares" que su país conservase la participación de la edición pasada, que tantos éxitos le procuró.
"La Pachamama", abundó, "ha bendecido el reto de la velocidad en Bolivia".
El ministro destacó asimismo la comunidad de intereses que se ha construido entre los tres países participantes – Argentina, Chile y Bolivia- y la definió como una "hermandad" que invita a la "flexibilidad" en materia de turismo, economía, comercio e inmigración.
"Hay una nueva frontera comercial entre Chile, Argentina y Bolivia motivada por el Dakar", subrayó a Efe.
El hecho de que el rally atraviese parte del territorio boliviano provoca además, a su juicio, que el mundo pueda contemplar culturas indígenas milenarias que sobreviven y cultivan todavía valores y costumbres ancestrales.
"Se trata de pueblos que han sobrevivido a la colonización, a la república y a varios genocidios" y que ahora, con la atención del foco global puesta sobre ellos, ven reforzada su identidad.
En el acto de presentación también participaron el ministro de Turismo argentino, Enrique Meyer, y la secretaria de Deportes de Chile, Nicole Sáez.
Meyer incidió también en el carácter "festivo" que la prueba representa "para todo Latinoamérica" y definió la comunión entre esa carrera y la región como un "perfecto maridaje".
"El Dakar es distinto desde que se celebra en nuestro continente, ha habido un antes y un después desde que ya no se compite en África", comentó.
Meyer recordó que la competición dejó el año pasado en Argentina un presupuesto de 150 millones de dólares (108,5 millones de euros) y celebró que la ruta pase por el norte del país "en pleno enero", lo que sirve para contrarrestar el poco turismo en la zona en esa época del año.
La edición de 2015 se celebrará entre el 4 y el 17 de enero y tendrá un recorrido en "bucle", que partirá de la Casa Rosada de Buenos Aires y llegará a ese mismo enclave, tras un total de 9.000 kilómetros. EFE