EFE
Los pueblos indígenas siguen sufriendo de pobreza y marginación en Latinoamérica y su situación requiere reformas para garantizar sus derechos, subrayaron hoy el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas.
Estos dos órganos de la ONU presentaron un informe coordinado por el experto guatemalteco Álvaro Pop en el que se pasa revista a la situación de las comunidad indígenas del continente, con especial atención en Ecuador, México y Guatemala.
De modo general, el documento destaca los avances logrados en las últimas décadas por los indígenas de todos los países latinoamericanos, en especial a la hora de la participación democrática, pero al mismo tiempo subraya su exclusión de las grandes decisiones políticas y la persistencia de las desigualdades.
"El sistema de Naciones Unidas es consciente de la situación de pobreza y marginación de estos colectivos", admitió en un discurso la directora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Latinoamérica, Jessica Faieta.
La también subsecretaria general de la ONU aseguró que "queda mucho por hacer" para garantizar los derechos de los indígenas y consideró que "impulsar la participación política y electoral" de estos pueblos es "fundamental" para mejorar las instituciones públicas y avanzar hacia "una sociedad más justa, inclusiva y democrática".
El informe subraya que el avance de la democracia en Latinoamérica, aunque positivo, no ha conseguido elevar la situación de las comunidades minoritarias.
"A pesar de que la región de Latinoamérica presenta reducción de desigualdades y de que a nivel regional hay avances en la consecución de las metas propuestas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, este no es el caso de los pueblos indígenas de la región", lamentó hoy Pop.
El experto denunció además que "el modelo económico dominante en América Latina tiene como medida principal de progreso el Producto Interno Bruto" y eso ha supuesto "la pérdida de la diversidad biológica y la erosión de la diversidad cultural y lingüística".
En lo referente a la participación política, Pop subrayó que "la democracia en América Latina no ha cumplido plenamente su cometido", pues en muchos casos se ha limitado a un "electoralismo" que ha dejado de lado a los indígenas.
El documento considera que son "indispensables" reformas constitucionales que reconozcan el "derecho a la libre determinación y autonomía de los pueblos", así como reformas electorales que abran "espacios reales de participación de indígenas, mujeres y jóvenes".
En este sentido, asegura que los problemas se dan "tanto en regímenes de derecha como de izquierda".
"Si bien es cierto que la izquierda latinoamericana ha avanzado en el reconocimiento de los actores multiculturales, ambos regímenes mantienen el desafío de construcciones nacionales con enfoque de derechos de pueblos indígenas, especialmente en el ámbito de la consulta previa, libre e informada y en el ejercicio de plenos derechos ciudadanos superando el paternalismo", indica.
En el caso de los países analizados en más detalle, el texto reconoce "avances sustanciales" en el ejercicio de los derechos políticos en Ecuador bajo la presidencia de Rafael Correa, aunque apunta ciertas "contradicciones" que minan la situación de los indígenas.
Entre ellas, señala el desmantelamiento de algunas instituciones indígenas o el "aplazamiento inexcusable del derecho a la consulta previa" incluido en la nueva Constitución.
En el caso de Guatemala, el informe también reconoce avances en la construcción de un estado multicultural, pero expresa preocupación por "las brechas de desigualdad" y por las "manifestaciones discriminatorias hacia los pueblos indígenas".
Sobre México, el documento alaba el marco jurídico que rige los derechos indígenas en el país, aunque al mismo tiempo señala que la participación de estas comunidades en la política nacional es escasa y que todos los indicadores muestran que sus condiciones de vida siguen por debajo de la media.
2014-05-16