EFE
La Ópera de Viena y el Festival de Verano de Salzburgo lamentaron hoy la muerte del inolvidable y excepcional maestro italiano Claudio Abbado, a quién definen como uno de los músicos más importantes de los últimos tiempos.
"Estoy profundamente entristecido por la muerte de Claudio Abbado, el mundo de la música ha perdido a uno de los más grandes", indicó en un comunicado el director de la Ópera de Viena, el francés Dominique Meyer.
Abbado debutó en la Ópera de Viena el 22 de marzo de 1984 y entre 1986 y 1991 fue director del prestigioso coso operístico vienés.
"Ya desde mi época de estudiante en París he visto numerosos conciertos y actuaciones dirigidos por este director excepcional, que nunca olvidaré", agregó Meyer.
En honor a su antiguo director, la Ópera de Viena izó hoy una bandera negra en señal de luto y le dedicará el 23 de enero el "Boris Godunov" de Modest Musorgski, ya que fue la última ópera que dirigió en ese célebre teatro.
Por su parte, la directora del Festival de Salzburgo, Helga Rabl-Stadler, también lamentó la muerte del músico italiano, que tantas veces llevó al público del certamen a "experiencias" musicales "excepcionales".
"Con muy pocos otros directores se ha utilizado tantas veces en las críticas la expresión ‘momentos mágicos’. Con muy pocos directores han estallado los aplausos de forma tan atronadora incluso con obras muy difíciles", agregó Rabl-Stadler.
"(Abbado) seguirá viviendo en nosotros a través de su obra", concluyó la presidenta del Festival.
El certamen recuerda que Abbado llegó al Festival en 1965 de la mano del legendario Herbert von Karajan, cuando obtuvo un gran éxito con su dirección de la Segunda Sinfonía de Mahler.
Desde entonces fue uno de los músicos más queridos en Salzburgo, dónde se le pudo ver por última vez en 2012.
Abbado estuvo muy vinculado a Austria, donde fundó en 1988 el festival de música contemporánea "Wien Modern", un referente mundial en su campo, y también fue director artístico del Festival de Pascua de Salzburgo (1994).
2014-01-20