Portugal debe continuar aplicando las medidas económicas pendientes y sortear los riesgos que puedan surgir antes del fin del rescate financiero, pese a la buena marcha de su programa de ajustes, advirtió hoy la troika (BCE, CE y FMI).
"Con los primeros signos de una recuperación de la actividad económica, la aplicación del programa se mantiene en el buen camino", afirmó la Comisión Europea en un informe publicado tras la octava y novena revisión del programa luso llevada a cabo junto al Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
La tríada cuenta con que las autoridades portuguesas "perseveren" en sus esfuerzos para completar los ajustes fiscales requeridos que aún están pendientes y un "importante abanico de reformas estructurales que aún deben ser aplicadas".
Los acreedores internacionales avisaron de que Lisboa hace frente a "unas circunstancias cada vez más difíciles" y de que las condiciones de financiación del Gobierno se han deteriorado tras la crisis política del pasado julio, que "aumentó las preocupaciones de los mercados sobre el compromiso del Gobierno con el programa de reformas".
Además, las tres instituciones aseguraron que la capacidad del Ejecutivo luso de continuar con los ajustes económicos "ha sido puesta en cuestión por una serie de sentencias del Tribunal Constitucional en contra de medidas políticas clave".
La troika considera que las medidas incluidas por el Gobierno portugués en su proyecto de presupuesto para 2014 son adecuadas, pero advirtió que éstas deben ser aplicadas "de manera rigurosa", en un "paso decisivo en la transición a un entorno posterior al programa".
"En el caso de que algunas de las medidas sean declaradas inconstitucionales, el Gobierno tendría que reformular su proyecto de presupuesto a fin de cumplir el objetivo de déficit acordado", recalcaron.
Los acreedores internacionales advirtieron de que "un retraso significativo en el retorno (de Portugal) a los mercados tendría un fuerte impacto negativo en las perspectivas de crecimiento económico", aunque confió en el que el país vaya mejorando su acceso a los mercados.
También subrayaron que, pese a los signos de que la economía portuguesa habría vuelto a crecer en el tercer trimestre de este año "en contra de las expectativas", la incertidumbre "es alta" y la recuperación depende del comercio y los mercados financieros, "que siguen frágiles".
La tríada también valoró la estabilización del mercado laboral, aunque indicó que las condiciones del mismo "siguen siendo una fuente de gran preocupación, en particular en lo que respecta al desempleo juvenil".
El informe destaca la "mejora significativa" del nivel de capitalización de los bancos portugueses, que se encuentran en "buena posición para capear periodos cortos de incertidumbre y enfrentarse a una potencial deterioro de la calidad de sus activos".
La conclusión positiva de la octava y novena revisión del programa portugués permitió el desembolso de un nuevo tramo de 3.700 millones de euros de sus socios comunitarios y otros 1.900 millones del Fondo Monetario Internacional, lo que supondrá que Lisboa habrá recibido 72.000 millones, es decir, el 90 % del total del rescate, que vencerá en principio a mediados del próximo años. EFE