Irak celebra hoy elecciones parlamentarias ensombrecidas por una serie de ataques de los extremistas, que dejaron ya varios muertos.
Un suicida se voló por los aires frente a un centro de votación en la ciudad de Baidyi, al norte de Bagdad, y causó la muerte de un policía. Las autoridades de la provincia de Salaheddin señalaron que además resultaron heridos otros dos agentes y dos ciudadanos.
En la ciudad de Mosul murió un empleado de la Comisión Electoral al explotar dos bombas junto a un local de votación y cinco personas resultaron heridas, informaron las autoridades electorales de la provincia de Nínive.
En el distrito de Al Dibs, al noroeste de Kirkuk, murieron dos mujeres al explotar una bomba junto a un grupo de votantes. La agencia Sumeria News informó del estallido de granadas en las ciudades de Ramadi y Samarra. En ataques explosivos en locales electorales de Kirkuk, Samarra y Mosul resultaron heridos cinco soldados, dos policías y un civil.
En Bagdad la participación electoral era relativamente alta. En la capital y en algunas otras provincias fue prohibida la circulación de vehículos y se cerraron los aeropuertos para intentar evitar atentados.
Los más de 20 millones de votantes tienen que elegir a 326 diputados. La mayoría de los 9.032 candidatos pertenece a partidos con una afiliación étnica o religiosa determinada.
El primer ministro iraquí, el chiita Nuri al Maliki, votó en la fuertemente custodiada Zona Verde de Bagdad. "Nuestra victoria es segura y formaremos una coalición con todos los que quieran un Irak unido", declaró.
Debido a la escalada del conflicto entre chiitas y sunitas, Al Maliki es blanco de fuertes críticas incluso entre los propios políticos chiitas. El resultado se espera como pronto para el viernes./DPA