EFE.- Las autoridades libanesas elevaron este domingo a 190 la cifra de muertos y a más de 6.500 la de heridos por la explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut que asoló parte de la capital el pasado 4 de agosto.
La unidad de gestión de riesgo de desastres del Consejo de Ministros del Gobierno interino indicó también en un informe publicado en Facebook que tres personas continúan desaparecidas, aunque el sábado el Ejército había anunciado que eran siete, entre ellas tres sirios y un egipcio.
Según el informe, 300.000 personas están sin hogar como resultado de la deflagración del fertilizante que llevaba seis años almacenados sin custodiar y más de 50.000 casas fueron dañadas, mientras que nueve hospitales fueron afectados y solo uno de ellos está operando ahora de nuevo al 100 %.
Asimismo, estimó en 15.000 millones de dólares las pérdidas por la explosión, una cifra que ya reveló el presidente del Líbano, Michel Aoun, a los pocos días del suceso.
Está previsto que Aoun hable este domingo a la nación a las 20.30 hora local (17.30 GMT) a dos días de que el Líbano celebre el centenario de la creación del país.
El mandatario reconoció días después de la explosión que había sido informado de la existencia de "una gran cantidad" de nitrato de amonio en el principal puerto del país mediterráneo.
Asimismo, ha fijado para mañana el inicio de las consultas parlamentarias para designar a un nuevo primer ministro y el gobierno, después de que el gabinete de Hasan Diab renunciara seis días después del desastre.
Varios países occidentales, comenzando por Francia, la antigua potencia colonial, han ofrecido su apoyo al país tras la tragedia del puerto y distintos altos cargos lo han visitado, incluido el presidente francés, Emmanuel Macron, que regresará de nuevo a Beirut el lunes por la noche, aunque su programa oficial comenzará el día 1 de septiembre.