Los "blocos", o comparsas carnavalescas, mantuvieron hoy la animación en Río de Janeiro y en algunas otras ciudades de Brasil, pese a que el Carnaval llegó oficialmente a su fin en la madrugada de este Miércoles de Ceniza.
Algunas de estas comparsas carnavalescas realizaron desfiles en la mañana de hoy en Río de Janeiro y en ciudades como Salvador y Olinda y consiguieron arrastrar a varias personas dispuestas a divertirse pese a la resaca de fin de carnaval y a que el país intenta regresar a la normalidad tras cinco días de fiestas.
Las fiestas callejeras y gratuitas promovidas por los blocos proseguirán en algunos rincones de Brasil y el ritmo, aunque mucho más bajo, no parará hasta el próximo fin de semana.
En Río de Janeiro, con algunas pocas comparsas desfilando hoy en barrios de la zona sur, de la zona norte y del centro de la ciudad, hay presentaciones previstas hasta el próximo domingo.
En la ciudad colonial de Olinda, en el estado de Pernambuco y cuyo carnaval también es famoso en el país, el bloco Bacalhau do Batata reunió esta mañana a una multitud para decirle "hasta el año que viene" a las fiestas.
Esta comparsa fue ideada en 1962 por un camarero de la ciudad, ya fallecido, que trabajaba durante todas las fiestas carnavalescas y que decidió organizar un desfile en el primer día laboral después del carnaval para poder disfrutarlo él también.
En Salvador, capital del estado de Bahía, la desazón del carnaval se vive hoy con presentaciones de más "tríos eléctricos", como son conocidas las orquestas que recorren las calles de la ciudad a bordo de grandes camiones, con la multitud siguiendo la gran fiesta.
Aunque pareciera que el Carnaval se rehúsa a partir, Brasil tendrá que volver a la normalidad lo más rápido posible porque el balón del Mundial de fútbol empieza a rodar en 99 días. EFE