Después de un trabajo de restauración de siete años, en el que se reparó por completo tanto su maquinaria como su aspecto, los órganos gemelos de la Catedral de México, de casi 300 años de antigüedad, suenan de nuevo en el recinto.
Se trata de los órganos del Evangelio y de la Epístola, que fueron dañados por un incendio en 1967 y que, por primera vez en la historia, tocaron juntos esta semana en un concierto a cargo del organista alemán Jürgen Essl y el español Andrés Cea.
"Son dos órganos monumentales del siglo XVIII, concebidos en Europa, construidos en España y luego ensamblados y montados aquí en México. Quedan muy pocos órganos de este tipo, pero el cabildo catedralicio ha conservado estos", dijo a Efe el arquitecto Raúl Delgado.
Delgado es director general de sitios y monumentos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculla), que estuvo a cargo de coordinar los trabajos de restauración, en los que también participaron el Instituto Nacional de Antropología e Historia y autoridades religiosas de la Catedral.
El órgano del Evangelio data del año 1736 y el de la Epístola de 1735, y no hay registro histórico de que antes se hubieran empleado ambos instrumentos a la vez.
"En la historia no podemos tener afirmaciones muy contundentes, pero no hemos encontrado evidencia de que hayan sonado juntos o que se hayan compuesto partituras para los dos órganos. Podemos decir que están tocando juntos y armonizados por primera vez", dijo el arquitecto.
"En 1969, 70 y 71, se atendieron los efectos del incendio. Los órganos siguieron tocando, pero estaban desafinados. Les faltaban flautas, trompetas, y su aparato decorativo quedó lastimado", explicó.
El órgano del Evangelio, añadió, "tiene 20 ángeles músicos que perdieron sus instrumentos, y su hoja de oro estaba ampollada".
La reparación del decorado de los órganos estuvo a cargo de los restauradores mexicanos Agustín Espinosa Chávez y Roberto Ramírez.
"Tardé un año en concluir la obra. Trabajaron en ella entre 20 y 25 restauradores, porque estaba hecha carbón por el incendio. Se reprodujeron los instrumentos musicales y se repuso una escultura de la virgen Purísima y una corona", contó a Efe Espinosa, quien reparó el órgano de la Epístola.
"Para mí fue un caso único, porque teníamos que salvar la arquitectura del mueble que estaba carbonizada. Fue un reto recuperar los volúmenes, los relieves, pero teníamos evidencia de ellos. Realmente, recuperaron la consistencia física que permite que duren muchos años más", señaló.
La restauración del decorado de cada órgano costó aproximadamente 4,8 millones de pesos (unos 363.000 dólares; 261.000 euros).
"Son órganos monumentales que raramente se aprecian ya en funcionamiento. Nosotros entregamos ocho planos fotográficos que evidencian todo el trabajo que se hizo", apuntó Espinosa.
Para la reparación del instrumento, la maquinaria fue enviada a España, al taller del maestro alemán Gerhard Grenzing, quien tiene "un taller en un pueblito de 3.000 personas a las orillas de Barcelona que se llama El Papiol".
"Lo tiene ahí porque es silencioso y puede afinar muy bien cada una de las flautas", añadió Delgado.
Cada órgano tiene cerca de 4.000 flautas y producen sonido de bajos, trompetas, tambores, gaitas, tecomates, chirimia y muchos otros instrumentos. En opinión del arquitecto, la acústica de la Catedral vuelve único el sonido de los órganos.
Restaurar cada una de las maquinarias de los órganos tuvo un costo de más de 1,1 millones de dólares (0,8 millones de euros), los cuales fueron donados por la Fundación Alfredo Harp Helú.
Los órganos estarán sonando durante las actividades religiosas cotidianas de la Catedral Metropolitana, pero también se organizarán ceremonias especiales los domingo para poder escuchar los dos instrumentos a la vez. EFE