Unos 13,3 millones de malasios están convocados a las urnas mañana domingo para elegir los parlamentos nacional y regionales de un país que lleva gobernado por la misma coalición de partidos desde su independencia, en 1957.
El actual primer ministro, Najib Razak, y el candidato de la oposición, Anwar Ibrahim, concentraron hoy los últimos esfuerzos de la campaña electoral en sus respectivas circunscripciones, antes de votar en unos comicios en los que, por primera vez, ninguna formación llega con ventaja clara.
Un sondeo de Merdeka Center publicado ayer daba una ligera ventaja a la coalición opositora, Alianza Popular (Pakatan Rakyat), a la que otorgaba 89 escaños frente a los 85 que obtendría el gobernante Frente Nacional (Barisan Nasional), con otros 46 escaños por decidir y dos más que irían a formaciones minoritarias.
El Frente Nacional, la coalición dominada por la Organización Nacional para la Unidad Malaya (UMNO), ganadora con mayoría de todos los comicios desde 1957, tuvo en la última legislatura 135 de los 222 escaños que tiene el Parlamento malasio.
La Alianza Popular, formada por el Partido de la Acción Democrática (PAD), el Partido Justicialista Popular (Keadilan) de Anwar y el Partido Panislámico (PAS), esperan mejorar los 75 escaños conseguidos en los anteriores comicios de 2008 tras presentarse por primera vez como coalición.
Najib, que sucedió a Abdulah Badawi en 2009, apeló al crecimiento económico del país para pedir un "mandato fuerte" que le permita impulsar su programa de reformas y alertó que una eventual victoria de la oposición desestabilizaría el país y causaría un daño irreparable.
"Estas elecciones son para cumplir las promesas, dar esperanza y mantener la confianza. No deberían centrarse en promesas vacías, propagar mentiras e instigar el odio", dijo el primer ministro en una carta publicada en la prensa local.
Durante el mandato de Najib, Malasia revertió la recesión que sufrió en 2008 hasta crecer un 5,6 por ciento en 2012, se derogó la draconiana ley de seguridad interna y se impulsó la campaña "1 Malasia", para reforzar el buen gobierno y la armonía entre la mayoría malaya y las minorías china e india.
Mientras, Anwar rechazó los vaticinios de Najib, se mostró confiado en conseguir la victoria y llamó al electorado a aprovechar la oportunidad de cambio político.
"Doy garantías a todos los malasios de que no tienen nada que temer. Esta transición no solo será histórica sino también pacífica", dijo hoy Anwar en un comunicado en el que presentó una hoja de ruta de su Gobierno en caso de ganar las elecciones para los próximos 100 días.
Entre otras medidas, el candidato de la Alianza propuso una reducción del precio del combustible, y medidas para una mayor libertad de prensa y de lucha contra la corrupción.
"Quiero advertir de nuevo a la Comisión Electoral y al Gobierno en funciones: no toleraremos el fraude electoral. Estaremos vigilantes. Garantizaremos que solo los malasios deciden el destino de nuestra nación y, si Dios quiere, ganaremos", añadió Anwar en la nota reproducida por el portal Free Malaysia Today.
El colectivo Bersih, que en los últimos dos años ha organizado dos manifestaciones masivas para pedir elecciones limpias y transparentes, también alertó del riesgo de fraude electoral por parte de la coalición gobernante.
"Estas elecciones, las más cruciales de la historia de Malasia, pueden ser robadas a la población debido a una serie de acciones fraudulentas en la víspera de la votación", dijo Bersih en un comunicado.
Además de acusaciones de compra de votos, activistas y oposición han denunciado que la tinta con la que se marca los dedos del elector para evitar el voto múltiple puede lavarse y han acusado al Gobierno de fletar varios aviones para llevar posibles votantes a los distritos más disputados.
La campaña electoral también se ha visto salpicada por varios incidentes y actos de violencia, incluidas palizas y ataques con explosivos contra sedes de partidos.
La jornada electoral transcurrirá de las 08.00 a las 17.00 hora local (00.00-09.00 GMT), salvo en los estados de Sabah y Sarawak, en el norte de la isla de Borneo, que empezará y acabará media hora antes.
Todos los malasios mayores de 22 años tienen el derecho y la libertad para votar. EFE