La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande coincidieron, en una conversación telefónica, que el uso de gas venenoso contra la población civil en Siria es algo que "no puede quedar sin reacción" por parte de la comunidad internacional.
"Estuvieron especialmente de acuerdo en que el ataque con gas venenoso contra la población civil es una violación del Derecho Internacional que no puede quedar sin reacción", dijo el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, en un comunicado.
Merkel y Hollande, según Seibert, también estuvieron de acuerdo en su apoyo a la iniciativa británica en el Consejo de Seguridad y expresaron su esperanza en que la misión de los inspectores de la ONU en Siria culmine pronto.
Asímismo, esperan un rápido informe de los inspectores al Consejo de Seguridad para que este pueda asumir su responsabilidad frente a "este monstruoso crimen". EFE