EFE
El presidente de EE.UU., Barack Obama, lanzó hoy un plan para potenciar las oportunidades de los jóvenes negros e hispanos, más propensos al fracaso escolar y a la delincuencia, y se puso de ejemplo para pedirles que no se den por vencidos.
"Yo no tuve a un padre en casa (…) Tomé malas decisiones (…) No siempre me tomé la escuela tan en serio como debería. Puse excusas", resumió Obama en un emotivo discurso en la Casa Blanca.
La "única diferencia" con muchos miles de jóvenes negros e hispanos que abandonan la escuela y se ven abocados a la delincuencia y la pobreza es que "cuando cometí un error" hubo personas que "me empujaron a trabajar duro, estudiar mucho y sacar el máximo de mí mismo", contó.
"Y si no les escuchaba me lo volvían a decir. Nunca se dieron por vencidos conmigo y yo tampoco lo hice", agregó el presidente.
Obama, el primer presidente afroamericano de la historia del país, enfatizó que cree "firmemente" que todos los jóvenes "merecen" las mismas oportunidades que él tuvo y que su presencia en la Casa Blanca es el mejor "testimonio" del progreso que han hecho los negros e hispanos en los últimos años.
No obstante, las estadísticas hablan por sí solas y, como recordó hoy Obama, es dos veces más probable que un joven negro no estudie ni trabaje que uno blanco.
La tasa actual de desempleo entre los jóvenes negros menores de 20 años está en el 12 % y la de los hispanos en el 8,2 %, frente al 5,4 % entre los blancos.
Hay una cantidad "desproporcionada" de jóvenes negros e hispanos en situación de desempleo o imputados en el sistema de justicia penal, y que tienen seis veces más probabilidades de ser víctimas de un homicidio que los de raza blanca, de acuerdo con la Casa Blanca.
"Simplemente asumimos que (esa realidad) es una parte inevitable de la vida en Estados Unidos en lugar de indignarnos", denunció.
Por ello, "tenemos que cambiar las estadísticas, por el bien de nuestros jóvenes y niños, y también en beneficio del futuro de Estados Unidos", urgió el presidente.
El plan presentado hoy por Obama incluye la creación de un grupo de trabajo para "ampliar las oportunidades" de los jóvenes negros e hispanos a través de determinar "cuáles son las iniciativas públicas y privadas que están funcionando y cómo ampliarlas".
Además, según la Casa Blanca, varias fundaciones y empresas se han comprometido a destinar recursos para estudiar "cuáles son los puntos críticos de intervención" en la vida de los niños y jóvenes pertenecientes a minorías, así como para "cambiar la narrativa generalmente perjudicial sobre ellos".
Esas fundaciones y empresas han prometido ya inversiones por 200 millones de dólares durante los próximos cinco años.
Obama estuvo flanqueado en su discurso por jóvenes negros que participaron en un programa de integración de la ciudad de Chicago llamado "Becoming a Man" (haciéndose un hombre) y que ha servido de inspiración a la iniciativa presidencial presentada hoy.
Entre los jóvenes que participaron en ese programa, enfocado a darles ayuda con las tareas escolares y a enseñarles a ser "ciudadanos responsables", los arrestos por crímenes violentos cayeron un 44 %.
Pero ni el Gobierno ni las autoridades locales o regionales pueden desempeñar el papel único o principal en esta campaña. "No podemos reemplazar el poder de un padre que lee a sus hijos", declaró Obama.
A su juicio, nada es más efectivo para mantener a un joven alejado de los problemas "que un padre que tiene un papel activo en la vida de su hijo".
"Nada de esto va a ser fácil. Esto no es una propuesta de un año ni de dos años. Va a tomar tiempo", adelantó Obama al pedir la implicación en el proyecto de toda la sociedad y sobre todo de los jóvenes a quienes está dirigido.