Menos de una hora después de arribar a Corea del Sur, el presidente estadounidense Barack Obama depositó una ofrenda floral en un monumento que honra a los soldados de su país muertos en la Guerra de Corea.
El sábado, el mandatario hablará con algunos de los 28.000 soldados norteamericanos emplazados en el país asiático y realizará una reunión de seguridad con la presidenta Park Geun-hye.
El viaje de Obama busca mostrar los fuertes lazos militares estadounidenses en el área en momentos en que Asia observa con preocupación el incremento del poderío militar de China y el impredecible programa nuclear de Corea del Norte.
"Obviamente venimos aquí en momentos en que ha habido declaraciones provocadoras de Corea del Norte, y es importante que nosotros mostremos total solidaridad con nuestro aliado, la República de Corea, para enfrentar esas provocaciones", dijo Ben Rhodes, vice asesor de seguridad nacional de Obama.
El presidente llegó a Corea del Sur el viernes, segunda escala de una gira por cuatro países asiáticos. Tras cumplir su itinerario en Seúl el sábado, viajará a Malasia, donde asistirá a una cena con la familia real.
Obama tomó tiempo entre sus objetivos de seguridad el viernes para rendir homenaje a las víctimas del desastre del transbordador surcoreano de la semana pasada. La vasta mayoría de los 300 muertos o desaparecidos en el naufragio eran estudiantes de una misma escuela secundaria cerca de Seúl.
El presidente también ha tenido que prestar atención a la crisis en Ucrania, donde un frágil acuerdo con Rusia dirigido a aliviar tensiones parece haberse desmoronado. Obama habló por teléfono con líderes europeos para analizar la posibilidad de profundizar las sanciones económicas contra Moscú, aunque parecía improbable que se impusiesen nuevas penalizaciones el viernes.
Pese a las distracciones causadas por otros asuntos, la misión central del viaje a Obama a Seúl es reafirmar el compromiso estadounidense con la seguridad surcoreana y de otros aliados en la región en este período de incertidumbre. Aunque Estados Unidos ha sido la influencia militar más poderosa en Asia y el Pacífico desde hace tiempo, los gastos del Pentágono están siendo recortados al mismo tiempo en que China ha estado incrementando su presupuesto bélico.
Beijing aún está muy a la zaga de Washington en fondos y tecnología militares. Pero sus gastos están atrayendo nueva atención en momentos en que los recortes militares estadounidenses hacen que algunos cuestionen el compromiso de Washington con sus aliados asiáticos, algunos de los cuales tienen disputas con China.
Al mismo tiempo, las fuerzas armadas estadounidenses buscan redirigir recursos a la región Asia-Pacífico a medida en que reducen su presencia en Afganistán, aunque persisten preocupaciones de que los recortes presupuestarios amenacen planes de basar el 60% de las fuerzas navales estadounidenses en la región.
Estados Unidos continúa teniendo una fuerte presencia militar en Corea del Sur, en parte como elemento disuasivo ante la amenaza del Pyongyang. El viernes, Obama dijo que la alianza entre Washington y Seúl es "una pieza clave de la seguridad en Asia".
Obama hablará el sábado(hoy) en la Guarnición Yongsan, cuartel general de las fuerzas estadounidenses en Surcorea.