Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Cuba, Raúl Castro, iniciaron en la sede de la ONU su segunda reunión desde que en diciembre pasado anunciaron un proceso de normalización de las relaciones bilaterales.
Obama y Castro posaron brevemente ante los fotógrafos antes de la reunión, en la que también participan el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
De pie, los dos líderes se dieron la mano e intercambiaron sonrisas, pero no respondieron a preguntas de los medios presentes.
La reunión sigue a la que ambos mantuvieron en Panamá en abril pasado en el marco de la Cumbre de las Américas y que fue el primer encuentro entre gobernantes de Cuba y Estados Unidos en más de cinco décadas.
Este lunes los dos mandatarios intervinieron ante la Asamblea General de Naciones Unidas y ambos abordaron el embargo económico que pesa sobre la isla y que solamente el Congreso estadounidense puede levantar por completo.
En su discurso Obama se mostró convencido de que el cambio llegará a Cuba, al defender la política de acercamiento emprendida el pasado diciembre y que resultó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas en Washington y La Habana en julio.
"Estoy seguro de que el Congreso (de EE.UU.) levantará inevitablemente un embargo que ya no debería estar ahí", enfatizó.
También admitió que aún tiene "diferencias con el Gobierno cubano" y que EE.UU. "seguirá defendiendo los derechos humanos" en Cuba.
Por su parte, Castro reiteró en su intervención que el "largo proceso de normalización de las relaciones" con EE.UU. culminará cuando, entre otras medidas, el país norteamericano devuelva la base de Guantánamo y pague compensaciones por el embargo.
La normalización de los vínculos acabará cuando, entre otras medidas, "se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba", destacó Castro.
También "cuando se devuelva a nuestro país el territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo, cesen las transmisiones radiales y televisivas y los programas de subversión y desestabilización contra Cuba y se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aún sufre", agregó.
Como cada año desde hace más de dos décadas, Cuba está impulsando en la Asamblea General de la ONU una resolución para pedir el fin del embargo, un texto que habitualmente obtiene un respaldo mayoritario y siempre el voto en contra de EE.UU.
El Gobierno estadounidense adelantó esta semana que aún no ha tomado una decisión sobre cómo votará en octubre ante ese documento, lo que ha alimentado las especulaciones acerca de que, por primera vez, podría optar por abstenerse.
Mientras, funcionarios de los dos países iniciaron el lunes los primeros contactos a puerta cerrada, en La Habana, para normalizar el servicio aéreo.
Además, representantes del "lobby" agrícola de los estados de Arkansas y Carolina del Norte se encuentran de visita en Cuba para explorar posibilidades de negocio y la secretaria de Comercio estadounidense, Penny Pritzker, viajará a La Habana los días 6 y 7 de octubre.
La semana pasada entraron en vigor nuevas normas adoptadas por el Gobierno estadounidense que amplían a sus ciudadanos las facilidades para viajar, hacer negocios, enviar remesas y prestar servicios de telecomunicaciones en Cuba, aunque el turismo sigue prohibido./EFE
2015-09-29