Los obispos de Argentina llevaron hoy a la presidenta del país, Cristina Fernández, su preocupación ante el "drama" de las drogas y el narcotráfico, fenómeno en expansión por el cual la Iglesia católica lanzó su voz de alerta el mes pasado.
Las autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) fueron recibidos por Fernández en una audiencia que se realizó en la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de Buenos Aires.
Tras el encuentro, el presidente de la CEA, José María Arancedo, dijo en rueda de prensa que el diálogo con la mandataria fue "con mucha esperanza", "cordial" y "respetuoso".
"Hace falta una respuesta de toda la sociedad, de la política, de la justicia, de las fuerzas de seguridad y de la cultura, la cultura de la vida, al problema de la droga y el narcotráfico", dijo el prelado.
El obispo dijo asimismo que le pareció "bien" y "correcto" que Fernández designara al sacerdote católico Juan Carlos Molina al frente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) pues el ahora funcionario tiene que cumplir "una función pastoral" y no la responsabilidad de combatir el delito de narcotráfico.
"La presidenta escuchó mucho lo que le dijimos", dijo Arancedo.
El pasado 8 de noviembre, los prelados difundieron un duro documento de advertencia sobre el "drama del narcotráfico y la droga" en el que afirmaron que si los dirigentes políticos no toman medidas al respecto, "costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar las mafias".
Para la Conferencia Episcopal Argentina, el país suramericano está a punto de entrar en una situación de "difícil retorno" y pidió actuar con inmediatez ante el crecimiento del narcotráfico, un fenómeno que, afirmó, la sociedad "vive con dolor y preocupación".
"Es alarmante la expansión de las llamadas drogas sintéticas, que se distribuyen en diversos espacios festivos, y nos duelen las conductas autodestructivas en adolescentes o jóvenes que consumen diversas sustancias", advirtieron los prelados en ese documento.
Por otra parte, Arancedo dijo que en la audiencia de hoy también hablaron con Cristina Fernández sobre las protestas policiales de los últimos días y los violentos saqueos, que dejaron un saldo de once muertos.
En este sentido, el prelado reiteró que "la policía no podía dejar huérfana a la ciudadanía" y que esto "no tiene que volver a pasar: si hay dificultades hay que dialogar".
"A la policía la necesitamos cumpliendo su tarea", insistió. /EFE