AP
La Asamblea General de la OEA abrió el lunes su periodo ordinario de sesiones en Santo Domingo con el reto de buscar soluciones a la situación financiera del sistema interamericano de derechos humanos y con la sombra de la crisis política y económica venezolana.
"Nos preocupa el momento por el cual está pasando el pueblo venezolano", dijo el presidente dominicano Danilo Medina al inaugurar el lunes en la noche la Asamblea General, en cuya agenda oficial no figura la crisis del país sudamericano.
Medina expresó su apoyo a la iniciativa lanzada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para buscar, a través de la mediación de los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, un diálogo entre la oposición y el gobierno venezolano. "Confiamos que dé buenos frutos en el futuro próximo", detalló el gobernante.
Destacó que los mandatarios "no podemos contar solo con la legalidad de las urnas, sino que necesitamos contar también con la legitimidad ciudadana, que debemos renovar día tras día".
El gobernante consideró que de igual manera que "una Venezuela estable, en paz, es el deseo de todos los presentes", la región también necesita una Organización de los Estados Americanos "que sea promotora de la institucionalidad en todo el continente".
La situación de Venezuela, donde la oposición demanda un referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro y la población padece una inflación galopante y escasez de productos básicos, no forma parte de la agenda de la Asamblea, pero el secretario general Luis Almagro reconoció que puede haber diálogos informales para debatir el tema entre los diplomáticos asistentes.
A la 46ta Asamblea General del organismo hemisférico, que en esta ocasión tiene como tema central el fortalecimiento institucional para el desarrollo sostenible, han confirmado su asistencia 26 cancilleres, entre ellos la venezolana Delcy Rodríguez y el secretario de Estado estadounidense John Kerry.
Almagro es un "promotor de un golpe de Estado en Venezuela y actúa en favor de los factores opositores que pretenden, por vía de la violencia, derrocar a un gobierno constitucional", indicó la canciller Rodríguez a su llegada a Santo Domingo.
Explicó en conferencia de prensa en el aeropuerto de esa ciudad que, de acuerdo con la Carta Interamericana, el gobierno electo constitucionalmente debe recibir protección.
"Llegamos a Dominicana con la verdad de Venezuela que se impondrá ante cualquier pretensión imperial y agresión mediática", insistió la diplomática.
Según Rodríguez, Almagro ha dedicado su primer año como secretario general de la OEA a impulsar "una campaña de hostigamiento" contra el gobierno de Venezuela y "está promoviendo un golpe de Estado con ayuda de factores imperiales y de la oposición venezolana".
Almagro presentó a fines de mayo un informe de 132 páginas sobre Venezuela en el que invocó la Carta Democrática Interamericana por considerar que "estamos ante alteraciones graves al orden democrático".
El secretario general insistió la víspera en conferencia de prensa que es "definitivamente imposible e innecesario" debatir de forma oficial la situación de Venezuela durante la Asamblea General, ya que el Consejo Permanente tiene previsto analizar el tema y su informe el próximo 23 de junio.
Sin embargo, el tema de la situación venezolana irrumpió el lunes en las reuniones previas que sostienen miembros de la OEA con representantes de la sociedad civil.
El gobierno de Maduro debe reconocer que hay una crisis "para abrir canales de asistencia humanitaria" y que el país "sea beneficiario de la solidaridad internacional", dijo Adolfo Flores, un venezolano de 25 años que participó en el encuentro en representación de grupos juveniles de su país.
La ayuda humanitaria, "en el marco que se está utilizando, esconde un deseo intervencionista", respondió de inmediato el embajador de Venezuela ante la OEA, Bernardo Álvarez.
Almagro había adelantado la víspera que uno de los temas que espera sea tratado en la Asamblea General es la crisis por la que atraviesa el sistema interamericano de derechos humanos, que de no reunir su presupuesto deberá despedir a 40% de su personal en julio.
Personal de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) distribuye desde el domingo a los asistentes a la Asamblea materiales en los que se explica la situación financiera de la institución. Según información oficial, la CIDH recibió en 2016 sólo 2,9 millones de dólares de contribuciones voluntarias de los 34 países miembros de la OEA.
Almagro consideró que el financiamiento de la CIDH no debe basarse en contribuciones voluntarias sino en un sistema de cuotas.
2016-06-13