La Organización Mundial de la Salud (OMS) urgió a China a que haga frente a ciertas "carencias críticas en su cobertura nacional de vacunación" y promueva esta práctica en adultos y niños hijos de inmigrantes, para prevenir la propagación de enfermedades como el sarampión, la rubeola o la hepatitis B.
En un comunicado emitido con ocasión de la Semana Mundial de la Inmunización, la oficina de la organización en Pekín destacó que el programa de vacunación de China tiene altos estándares pero en él hay colectivos olvidados, como los inmigrantes a las ciudades, que en muchos casos no tienen adecuado acceso al sistema sanitario.
Otro grupo que "puede generar riesgos a toda la comunidad, ya que puede ser un potencial ‘depósito’ de enfermedades" son los adultos que de niños no fueron vacunados (en épocas donde buena parte de la población nacional vivía en la pobreza o vivía en situaciones de gran inestabilidad social y política).
La OMS recomienda por ello la vacunación entre adultos chinos, especialmente en el caso de trabajadores sanitarios, para prevenir que en el tratamiento a pacientes puedan contagiarse o propagar dolencias como hepatitis B, la rubeola o el sarampión.
Además, el organismo internacional recomienda añadir al programa nacional de vacunación infantil en China inmunizaciones contra el rotavirus, el haemophilus influenzae y el neumococo, aún no incluidas.
La OMS destacó, en todo caso, la importante labor jugada por China en la vacunación mundial, que permitió la eliminación de la enfermedad de la polio en 2000, una reducción del 90 por ciento en la hepatitis B crónica entre niños y la eliminación en 2012 del tétanos neonatal y maternal.
La necesidad de mejorar los programas de vacunación en China se hizo patente con un reciente brote de sarampión en Pekín, la capital nacional. /Con información de EFE
2015-04-29