El presidente de México, Enrique Peña Nieto, se comprometió a trabajar durante su mandato (2012-2018) para que haya más empleos dignos y bien remunerados en su país, y a reducir por esa vía la informalidad.
"Actualmente tres de cada cinco empleos en México son informales, es decir, 60 % de los trabajadores del país no cuenta con el amparo del marco legal o institucional o, en pocas palabras, no se benefician de la seguridad social que debieran tener", declaró Peña Nieto.
En un acto celebrado en la residencia de Los Pinos ante representantes laborales y legislativos, el mandatario dijo que la precariedad laboral "afecta principalmente a jóvenes y adultos mayores, a personas con menor escolaridad, y a quienes tienen trabajos con bajos ingresos".
"La informalidad es altamente regresiva", apuntó, y subrayó que los ingresos de los trabajadores de la economía informal en México son un 44 % superiores a las de los demás empleados que están en el sector formal.
En su intervención Peña Nieto felicitó "a las trabajadoras y trabajadores, a los obreros, técnicos, y profesionales que dan lo mejor de sí para mantener en marcha la industria, el comercio y los servicios del país".
Extendió su saludo a los "trabajadores del campo" en un México donde el desempleo afectaba al 4,51 % de la población económicamente activa (PEA) en marzo pasado, y se dijo convencido "de que el país necesita ampliar las oportunidades laborales, en especial para los jóvenes y las mujeres".
Peña Nieto delineó los cuatro ejes de su política laboral: impulsar la creación de "empleos formales de calidad", "democratizar la productividad" mejorándola "en todas las regiones del país, todos los sectores económicos y todos los grupos de población", salvaguardar los derechos de los trabajadores, y potenciar la paz laboral.
Para ello intentará promover las inversiones y el crecimiento económico en México a través de reformas como la financiera, en ciernes, y la del sector de telecomunicaciones.
Para algún momento del año, dijo, se presentará una reforma hacendaria que, "entre otros objetivos, buscará incentivar la formalidad".
En unos días anunció que se instalará un nuevo órgano consultivo, el Comité Nacional de Productividad, "que auxiliará al Ejecutivo federal y a la planta productiva en la toma de decisiones" para facilitar el desarrollo de México.
A propósito de este día la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) recordó en un mensaje público que "no hay trabajo lícito que no sea digno" y recordó que en el país "queda mucho por hacer".
Por último, en la capital del país y en varias otras ciudades hubo movilizaciones de trabajadores que en la mayor parte de los casos fueron pacíficas.
Los actos más violentos ocurrieron en Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero, donde las marchas protagonizadas por el Movimiento Popular Guerrerense se tornaron violentas.
Los manifestantes, entre quienes están integrantes y simpatizantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), realizaron actos vandálicos contra un edificio público donde vive el gobernador, Ángel Aguirre, la Casa Guerrero, contra la sede de la Policía Federal de Caminos, y contra varios automóviles.
Este mismo grupo atacó las sedes de varios partidos políticos y de edificios oficiales de Guerrero el pasado 24 de abril, unos actos violentos que fueron repudiados por el Gobierno y la mayor parte de la sociedad mexicana./EFE