DPA
Un grupo de influyentes miembros de la política estadounidense, incluidos destacados republicanos, pidió hoy al presidente Barack Obama que haga uso de sus poderes ejecutivos para dictar medidas que "profundicen" las políticas de apertura hacia Cuba que emprendió al comienzo de su mandato.
"Ahora más que nunca, Estados Unidos puede ayudar al pueblo cubano a decidir su propio futuro construyendo sobre las reformas políticas estadounidenses que ya han comenzado", sostienen en una "carta abierta al presidente Obama" los signatarios, en referencia a la flexibilización de viajes a la isla y liberación de envío de divisas para cubanoestadounidenses que el mandatario ordenó poco después de llegar a la Casa Blanca, en 2009.
A esas medidas, que fueron ampliamente aplaudidas por una América Latina que le sigue reprochando a Washington su dura postura ante Cuba, a la que mantiene un embargo económico y comercial de más de medio siglo, no le siguieron sin embargo nuevos pasos. Ello se debe en parte al encarcelamiento a finales de 2009 en la isla del contratista estadounidense Alan Gross, al que La Habana condenó a 15 años de prisión por delitos contra la integridad del Estado, después de que las autoridades cubanas lo detuvieran tras llegar a Cuba portando sofisticados equipos de telecomunicación prohibidos en la isla.
La carta a Obama está firmada por más de 40 influyentes personas de la política estadounidense, incluidos -y esto es lo que distingue esta iniciativa de otras similares anteriores- políticos republicanos y personajes de la comunidad cubano-estadounidense de Miami, así como ex responsables del gobierno para la política de América Latina o antiguos altos mandos militares.
Entre otros, rubrican la misiva tres ex subsecretarios de Estado para el Hemisferio Occidental -Jeff Davidow, Alec Wastson y Arturo Valenzuela-, dos antiguos representantes de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana -incluido Michael Palmry, designado por el republicano George W. Bush-, o el ex comandante supremo aliado de la OTAN y comandante del Comando Sur estadounidense (SouthCom) James Stavridis.
También pusieron su firma en la petición a Obama el ex subsecretario de Estado John Negroponte, el ex secretario de Interior de Obama Ken Salazar o representantes de la comunidad cubano-estadounidense como Carlos Saladrigas, Rick Arriola, Jorge Pérez o Andrés Fanjul.
Según destacan en la misiva, consideran que son conscientes de que "poco" se puede hacer en el lado legislativo debido al "actual ambiente político". Pero, subrayan, Obama tiene una "oportunidad sin precedentes" de impulsar un "avance significativo" mediante el uso de su autoridad ejecutiva "en momentos en que la opinión pública sobre Cuba se inclina hacia una mayor interacción con el pueblo cubano a la par que se sigue presionando al gobierno cubano en materia de derechos humanos".
Para los signatarios, Obama podría "ampliar y garantizar" los viajes a Cuba para "todos" los estadounidenses y no sólo para cubanoamericanos o grupos especiales como religiosos o culturales como viene sucediendo hasta ahora.
Asimismo, consideran que Obama debería aumentar el apoyo a la sociedad civil cubana permitiendo el envío de divisas ilimitadas también a personas en Cuba que no tengan un lazo familiar con el remitente. Ello permitiría, sostiene, "apoyar la actividad independiente en Cuba".
En el mismo sentido, piden que autorice la importación y exportación de ciertos servicios y bienes entre el sector privado estadounidense y empresarios independientes cubanos, permitir que organizaciones no gubernamentales otorguen préstamos a pequeños agricultores, cooperativas y "cuentapropistas" cubanos, o que permita la venta de hardware de telecomunicaciones en la isla, entre otros.
A nivel político, reclaman a Obama que "priorice la interacción" con las autoridades cubanas en áreas de interés mutuo, manteniendo "serias discusiones" con las autoridades de la isla en cuestiones como la seguridad nacional, migración, narcotráfico o medioambiente. De este modo, Washington podría por su parte ejercer "presión" ante las autoridades cubanas en temas como la reclamada liberación de Alan Gross o inquietudes en materia de derechos humanos.
Finalmente, los peticionarios consideran que el gobierno de Obama debería tomar medidas para garantizar a las instituciones financieras que cuentan con la autorización necesaria para realizar todo este tipo de actividades aprobadas.
Medidas como éstas, afirman, podrían "profundizar los cambios ya en marcha" en la isla ya que una mayor libertad a organizaciones e individuos privados para contactar con los cubanos podría servir indirectamente como un "catalizador para un cambio significativo en Cuba".
"El presidente Obama ha constatado en reiteradas ocasiones la ineficacia de la política hacia Cuba. Ha llegado el momento de que dé pasos para aumentar el apoyo a la sociedad civil cubana", afirmó Carlos Saladrigas, presidente de la organización Cuba Study Group promotora de la iniciativa.
2014-05-19