Tropas de choque de la policía militarizada y de la Fuerza de Seguridad Nacional de Brasil lograron controlar en las últimas 24 horas dos intentos de motín en el penal de Pedrinhas, en el norteño estado de Maranhao, donde una guerra entre facciones rivales dejó a 62 presos muertos desde el año pasado.
Según informó hoy la Secretaría de Justicia y Administración Penal (Sejap), las rebeliones fueron en protesta contra la presencia de agentes de la policía militarizada en la institución y contra la rigurosa revisión de las celdas por parte de los agentes, que en los últimos días se incautaron con varios cuchillos en poder de los reclusos.
Las autoridades afirmaron que los intentos de motín ocurrieron en la tarde y en la noche de este jueves, y fue dirigido por los mismos reclusos que, a comienzos de este mes, ordenaron una ola de ataques incendiarios a autobuses, en los que una niña de seis años murió y otras cuatro personas resultaron heridas.
En entrevista en video al portal brasileño UOL, un preso que no fue identificado reveló que los líderes de las facciones temen ser trasladados a prisioines federales, en el marco del plan preparado por la gobernación de Maranhao conjuntamente con el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, y que podrían ordenar otros ataques en la capital del estado, Sao Luis.
La gobernación de Maranhao no informó de inmediato si la represión a los dos motines dejó heridos entre los presos de Pedrinhas, que fue construido para albergar a 1.700 reclusos pero acoge actualmente a 2.200, divididos entre las facciones criminales "Bonde dos 40″ y Primer Comando de Maranhao (PCM). / DPA.