DPA
Unos 120 presos iniciaron hoy un motín y tomaron a varias personas como rehenes en el penal de máxima seguridad Advogado Jacinto Filho (Compajaf) de la ciudad brasileña de Aracaju, a unos 1.820 kilómetros de Río de Janeiro.
Según informan medios locales, los amotinados impiden que cuatro agentes carcelarios y unas 120 familias puedan abandonar el penal.
"Los familiares no son considerados rehenes a pesar de estar impedidos de salir de la unidad. En realidad, ellos son potenciales rehenes porque muchos pueden estar allí para proteger a sus familiares presos", dijo el comandante general de la policía militarizada del estado de Sergipe, Marurício Iunes, en declaraciones a un canal de televisión local vinculado a la red Globo.
El comandante dijo que no cree que los detenidos lleguen a lastimar a sus propios familiares. En cuanto a los funcionarios del penal que están en poder de los presos, explicó que éstos sí son considerados rehenes, puesto que están siendo objeto de amenazas.
Los detenidos tienen armas caseras, confeccionadas por ellos mismos con trozos de fierro, madera y plástico.
La rebelión comenzó en el Ala D del penal, que alberga actualmente a unos 476 presos, y estuvo a punto de extenderse a los otros tres sectores del complejo carcelario, pero pudo ser controlada con la llegada del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) de la policía militarizada.
Los presos exigieron alimentos y la presencia de la prensa en el lugar para mostrar que la situación de los rehenes y los familiares es tranquila.
Los amotinados demandan ser transferidos a una cárcel que no sea de máxima seguridad, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Sergipe.