El príncipe Felipe de España aterrizó en Honduras ocho horas después de lo previsto a causa de una avería en el avión en el que viajaba, que le obligó a hacer una parada en República Dominicana y a suspender parte de su agenda oficial.
Según informó la casa real española, el heredero al trono llegó a Tegucigalpa en torno a las 17.00 horas (hora local). El retraso hizo que el presidente hondureño, Porfirio Lobo, tuviera que volver de nuevo a la base aérea de Soto Cano para recibirle a pie de pista, después de un intento frustrado ocho horas antes.
La avería obligó al príncipe a suspender parte de su agenda en Honduras. En concreto, un encuentro con españoles residentes en el país centroamericano y una recepción con personalidades de la cultura y la sociedad hondureña.
Se mantiene la reunión prevista con el presidente electo, Juan Orlando Hernández, que finalmente se celebrará hoy. También está previsto que la delegación española asista a todos los actos de la toma de posesión del nuevo jefe del Ejecutivo hondureño.
El príncipe Felipe partió el domingo de Madrid con destino a Honduras. Tras realizar una breve escala técnica en el aeropuerto de Santo Domingo, el avión en el que viajaba tuvo que regresar a pista al encenderse el indicador del nivel de aceite de uno de los motores.
Los técnicos revisaron el Airbus A-310 durante una hora y comprobaron que no había ningún problema. El Ministerio de Defensa español, al que pertenece la aeronave, confirmó que un error del circuito eléctrico hizo que el indicador se iluminara.
El avión es el mismo que ya frustró el pasado mes de noviembre un viaje del príncipe a Brasil, en aquella ocasión por un fallo en un sensor de uno de los alerones.
Defensa confirmó que abrirá una investigación para determinar la causa de estas dos averías en el sistema eléctrico.
El Estado español adquirió esta aeronave de segunda mano a la aerolínea Air France y el aparato entró en servicio en el Ejército del Aire español en 2003.