La crisis política que atraviesa Guatemala tiene como base principal las diferencias entre el presidente, Alejandro Giammattei, y el vicepresidente, Guillermo Castillo, según la opinión de expertos consultados.
Las diferencias comenzaron desde el primer día de la Administración, el 14 de enero pasado, y tienen como eje fundamental la atribución de funciones de una comisión presidencial en particular: el Centro de Gobierno; una entidad a la que Giammattei delegó gran poder y limitado el trabajo del vicepresidente.
Según la investigadora social del tanque de pensamiento Diálogos, Sofía Montenegro, la relación rota entre los gobernantes "tuvo un punto de no retorno", principalmente "por la duplicidad de funciones" del Centro de Gobierno y por "colocar actores no técnicos y sin experiencia en la toma de decisiones".
Montenegro afirmó que el mandatario tomó "una mala decisión al no querer gobernar con su compañero de fórmula", el vicepresidente Castillo, con quien llegó al poder mediante la agrupación política Vamos en las elecciones de 2019.
EN CRISIS DESDE EL VIERNES
Castillo pidió el pasado viernes al presidente Giammattei que renuncien juntos con diez meses en el cargo debido a que "las cosas no están bien" en el país centroamericano. También, le instó reunirse para cumplir con ciertas peticiones sociales como deshacer el Centro de Gobierno.
Las palabras del vicepresidente se registraron dos días después de que el Congreso, bajo el mando de Vamos, aprobara en forma exprés y de madrugada un presupuesto de Estado 2021 cuyo dictamen no fue compartido con la oposición y redujo temas sociales, sanitarios y de derechos humanos, pero priorizó el gasto en infraestructura, hecho cuestionado por expertos.
Dicho presupuesto provocó la manifestación de 10.000 personas contra Giammattei el pasado sábado y la quema del Congreso a manos de encapuchados.
Castillo debilitado
La investigadora de Diálogos aseveró que Castillo está "bastante debilitado porque no ha logrado ejercer ningún tipo de presión sobre el presidente, sigue actuando de manera aislada y no hay consecuencia derivada del mensaje bastante fuerte que emitió donde le pide al presidente que se puedan reunir".
Montenegro dice no tener certeza de cuál será el fin de la crisis, pero enfatizó que si el mandatario "no logra por lo menos atender las solicitudes de la ciudadanía en relación al presupuesto o (disolver) el Centro de Gobierno, que ya también es objeto de mucha interpelación, entonces vamos a tener una crisis muy profunda".
Si el Ejecutivo no está en sintonía y gobernando en conjunto de forma eficaz, "el país va a estar en una situación de mucha incertidumbre, añadió la politóloga.
Montenegro concluyó que la crisis entre Castillo y Giammattei "no va a tener una solución inmediata, porque este es de esos problemas que se han personalizado y no veo que se pueda trascender hacia la importancia de preservar y fortalecer instituciones actuales. Y eso debería ser el camino" de conciliación.
De igual forma, la politóloga Gabriela Carrera había advertido el martes que "no es salvable la relación" entre los gobernantes con un "distanciamiento" que "ha fracturado" el resto del Gobierno.
Castillo habló públicamente por última vez con periodistas el lunes, cuando volvió a referirse a la crisis política que vive el país.
"Los golpes de Estado ya no los da la población. Los golpes de Estado en muchos de los países que ustedes conocen se los dan los mismos gobernantes con sus reiterados actos de corrupción y con su intolerancia para poder platicar con la población", dijo Castillo a periodistas.
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