Rebeldes sirios, en su mayoría sunitas, tomaron el control de cuatro pueblos alauitas — la minoría a la que pertenece el presidente Bashar al Asad — en el centro del país, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Esta ONG indicó que "los habitantes abandonaron estas localidades desde que empezaron los combates".
Mientras tanto, en la zona de Halbuni, en el centro de Damasco, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo un operativo de arrestos y registros, según el OSDH.
En provincia, el ejército bombardeó violentamente a las localidades de Adar y Moadamiyat al Sham, dejando varios heridos, según la misma fuente.
En Yabrud, en el norte de la capital, el ejército "destruyó fabricas de bombas y mató a terroristas originarios de Arabia Saudita, Túnez, Libia y Afganistán", según medios oficiales.
La violencia dejó al viernes 116 muertos en el país — 47 rebeldes, 44 civiles y 25 soldados.
El régimen de Asad, con el apoyo de Rusia e Irán, gana puntos de cara a la eventual celebración de una conferencia internacional, ante una rebelión fragmentada políticamente y eclipsada militarmente por los yihadistas, en medio de una intensa actividad diplomática para poner fin al conflicto que ya dejó más de 94.000 muertos en poco más de dos años, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido./AFP