Indígenas evangélicos fueron golpeados y detenidos ilegalmente hoy por católicos al tratar de regresar a sus hogares en la comunidad Los Llanos, sudoriental estado mexicano de Chiapas, de donde fueron expulsados hace tres años, informaron fuentes locales.
Los 33 indígenas tzotziles, entre ellos 10 niños, fueron agredidos por autoridades rurales de la comunidad, indicó a la prensa Nemías Alonso, hijo del pastor evangélico Esdras Alonso González, quien encabezaba una caravana de varios vehículos que resultaron dañados.
"No sabemos dónde está mi papá. Sabemos que golpearon a varios; hubo cristales rotos, despojaron a varios de sus prendas de vestir, los golpearon. También golpearon a mujeres y a varios niños. No sabemos en qué situación están", dijo Nemías Alonso.
La familia del pastor solicitó la intervención del Gobierno estatal para liberar a quienes permanecen detenidos en la comunidad, perteneciente al municipio de San Cristóbal de Las Casas.
Pobladores del lugar, simpatizantes y reporteros que acompañaban al grupo explicaron que a menos de un kilómetro de la comunidad, ubicada en la zona boscosa de la región de Los Altos de Chiapas, un grupo de católicos rodeó sorpresivamente a los evangélicos y colocó vehículos en el camino para impedir que continuaran.
De acuerdo con los reportes, los católicos arremetieron contra los evangélicos alrededor de las 13.00 hora local (18.00 GMT) y a gritos y pedradas obligaron a marcharse a quienes los acompañaban, incluyendo a los conductores de los vehículos que los transportaban junto con sus pertenencias.
Las cuatro familias agredidas fueron expulsadas por profesar una religión distinta a la católica el 10 de enero de 2010, cuando sus viviendas fueron incendiadas y todas sus pertenencias, destruidas.
Desde entonces los evangélicos vivían hacinados en una casa de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, a la espera de que el Gobierno interviniera para poder regresar.
"Desgraciadamente el Gobierno del estado no hace nada; por eso hoy decidieron retornar porque ya están cansados", había dicho al iniciar el viaje Manuel Collazo, líder de la Organización de Pueblos Evangélicos de Los Altos de Chiapas (OPEACH), quien también permanece retenido.
Añadió que se había notificado a la Secretaría de Gobierno de Chiapas, "pero no vino nadie a acompañarnos".
La Coordinación de Organizaciones Cristianas informó que son al menos 21 comunidades que presentan conflictos religiosos en Chiapas, y en algunos casos las familias evangélicas llevan cerca de cuatro años fuera de sus hogares.
En una carta enviada hoy al gobernador Manuel Velasco Coello, la agrupación expresa su "preocupación por el aumento en los últimos años de los casos de intolerancia religiosa en Chiapas sin que algún funcionario público haya tomado en serio esta problemática que lastima de manera considerable a la sociedad". /EFE